A 19 años de su comienzo

Durante este tiempo hemos visto transformaciones. Transformaciones en lo tecnológico, en lo social y en lo cultural. Las tendencias han ido cambiando y así también los gustos. Pero hay algo que se ha mantenido en todo este recorrido: la pasión y el compromiso de la ED por plasmar en sus páginas lo que, muchas veces, uno sólo siente o se imagina.

Ignacio Pérez-Cotapos, de 36 años, trabajaba en la Caras como director de arte. En una de las reuniones de pauta se le vino a la cabeza un plan de crear una revista mensual de decoración. En la tarde llamó a su amigo, el abogado Alfredo Montaner y se juntaron esa misma noche. Conversaron sobre el tema y materializaron la idea.

Eran ocho socio, entre ellos Rodrigo Vial, quien después fue gerente general. Angélica Cerda fue la editora, Verónica Covarrubias la directora de arte, Francisca Suarez la ejecutiva de ventas, Tuti Sánchez estaba a cargo de las suscripciones y el diseño lo veía Marta Rojas. Arrendaron una casa en la calle Holanda, número 265, en la esquina con Lota. Quedaba al lado de la revista Vea y, como cuenta Claudia Gazmuri, quien trabaja en la revista desde el año que se creó, “todos los días llegaban a tocar la puerta preguntando si era esa revista”.

En 1995 se imprimió la edición número uno de la revista ED. La primera magazine que saldría mes a mes tocando temas relacionados con el estilo de vida y la decoración. Tuvo un gran impacto. Nunca se había visto algo en donde se presentaran casas de personas conocidas y lugares a los que el público había ido o quería ir. No había una competencia directa y sus referentes eran más bien internacionales. Fue algo revolucionario, sin embargo, a la audiencia le gustó: quiso seguir viendo lugares comunes, con personas de su círculo y que mostraran parte de su intimidad. Por lo demás, incorporaba todas las tendencias en decoración, arquitectura o arte. Había que estar al tanto y la revista se transformó en un must.

Se cambiaron varias veces de oficina y en 2004 se produjo una gran fusión. A partir de 2005 ED pasaba a ser parte del Grupo Claro, que además tenía Capital y el Diario Financiero. Empiezan a funcionar en Kennedy y en diciembre de 2010 el nuevo holding se instala en la calle Apoquindo.

Uno de los proyectos que está desde la época inicial de la revista es la realización de los catálogos para Falabella. ED se preocupaba de que la producción se realice y también de su presentación gráfica, lo mismo hace hoy en día. En un principio era toda una novedad, no como ahora que el diario llega lleno de mini revistas en las que se muestran los productos de una tienda.

El tema del Bazar también empezó al poco tiempo. Carola Schmidt era la gerente general y en uno de sus viajes vio este sistema en el que marcas mostraban sus productos a modo de feria, en un lugar amplio, para que la gente recorriera de stand en stand. Las tiendas mostraban cosas exclusivas o nuevas, había otras que sólo existían físicamente para los bazares y ahí se iban haciendo conocidas. Schmidt decide implementarlo ese mismo año, el 2005. Claudia Gazmuri cuenta que el de la ED fue el primero y que de ahí empezaron a aparecer los otros bazares. “El equipo entero ayudaba y participaba, no había un departamento especialmente del Bazar ED como hay actualmente”.

El Bazar ha marcado un antes y un después en el estilo de vitrineo chileno. “Vamos a cumplir 10 años”, dice Francisca Martin, quien ha estado desde que se comenzó con la idea. Cuenta que en Chile no había ninguna feria al aire libre y el bazar utilizó ese recurso para marcar el inicio del verano, conociendo las nuevas tendencias y líneas de productos de las distintas marcas. “Al principio partimos con 80 stands y ahora ya vamos en 250, más de 500 postulaciones por año, por lo que es necesario seleccionar”. Explica que le ponen un máximo a cada una de las categorías. “Antes había menos ropa, zapatos, accesorios, pero el mercado es el que va rigiendo. Eso es lo que quizás más se vende, pero nuestro foco es la decoración y por lo tanto siempre nos hemos propuesto que al menos el 60% de la feria sea sólo de decoración”.

Francisca Martin cree que la llegada de competencia ha sido un beneficio, porque los “obliga a estar siempre analizando los estándares” y el público valora muchísimo eso. “Estamos muy motivados a seguir mejorando el producto constantemente”. Francisca dice que se dieron cuenta de que el ciclo de tiempo en que se queda una persona es muy largo y que, por lo general, vienen con la familia. Entonces han ido ideando la manera para que ese momento sea lo más entretenido posible y adecuado para todos. “Por eso tenemos el wine bar que está dirigido a los hombres, la zona de niños y distintos restoranes”.

Además, existe el Bazar ED Online, que está disponible para comprar productos los 365 días. Eso también ha ayudado a que sea algo mantenido y la gente no se olvide a pesar de que el evento se realice sólo una vez al año.

Lo mismo ocurre con el sitio de la revista. María José Nazar, periodista, llegó cuando ED tenía 15 años y se estaba diseñando la nueva web. “Era necesario crear una plataforma que estuviera a la altura de la revista, un sitio que rescatara el contenido gráfico de ED, donde las fotos fueran las protagonistas”. A principios del 2010 se lanzó la nueva página y el recibimiento fue muy positivo. “Aunque la revista es de colección, hacía falta hacer el material más transportable: poder ver los datos del Se Habla en el celular, ver las recetas de El Plato De en el iPad o revisar las producciones de moda desde los computadores”.

Así, a medida que fue creciendo la revista, se decidió sumar números especiales. Dos de moda, uno gourmet y uno dedicado especialmente al Bazar ED. “Surgió la necesidad de tener más ED. Como ésta es una revista mensual, pensamos en que quizás la gente echaba de menos tener entremedio un poco más de ella. No perder tanto la comunicación entre mes y mes”, dice Magdalena Bock, directora de la ED.

Siempre la revista ha querido tener un mundo propio y lo ha logrado, seguir mostrando temas relacionados, pero desde diferentes plataformas. Además del bazar, se creó el libro Santiago Chic. Fue una recopilación de todo lo que se había mostrado en la ED durante muchos años. “Las casas más lindas de Santiago”, dice Magdalena Bock. “Lo podías encontrar en librerías y se agotó rápidamente. No hemos vuelto a hacer otro, pero los planes siempre están”.

También, el año pasado se comenzó con un programa de televisión: El Arte de Vivir. Lo conduce Germán Margozzini, arquitecto y artífice de la idea. Se muestran casas, estilo de vida y personas, de una forma más dinámica e interactiva. “Partió el 2013 con una audiencia promedio entre 18 mil y 22 mil personas, se vio en todo Chile y nos pidieron una segunda temporada que se estrena en septiembre de este año”, agrega la directora de la revista.

Y ya habiendo pasado 19 años, los proyectos siguen y suman. En agosto se inaugura la feria de arte en la que 100 artistas están invitados a exhibir y vender sus trabajos. Es en conjunto con el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) y la idea es seguir haciéndola todos los años.

La ED ha querido innovar desde que se creó. Nunca parar la evolución y siempre mantener una adaptación en relación a las tendencias. La revista, junto a grandes profesionales de diversos ámbitos, no sólo ha logrado liderar, sino que también alcanzar un alto nivel de complicidad con sus lectores que se ha manifestado durante todo el recorrido. Siempre con el fin de mostrar lo mejor y hacer que su público pueda enriquecerse y sorprenderse edición tras edición.

 

 

 

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