Fashion weeks

En los últimos meses, los ojos de todo el mundo estuvieron puestos sobre las Semanas de la Moda de París, Milán, Nueva York y Londres. Las cuatro pasarelas más importantes, donde se dicta cátedra de estilo, tanto en los desfiles como fuera de ellos. Aquí un vistazo a las mejores presentaciones de las colecciones ready to wear otoño-invierno 2014-2015.

Ralph Lauren

El espectacular vestido rojo que la ganadora del Oscar, Lupita Nyong’o, usó en la alfombra roja de los últimos Globos de Oro refleja una vez más que este diseñador sabe hacer las cosas bien sobre la pasarela. Su presentación en el Fashion Week de Nueva York fue elogiada por los críticos como lo mejor de este creador en el último tiempo y demuestran que sus 40 años de trayectoria han hecho lo suyo. Usando una delicada paleta de pasteles y grises, le dio énfasis a los más finos materiales como cashmere, gamuza, satín y piel de cordero mongoliano. Sin lugar a dudas lo más comentado del desfile fue la modelo Karlie Kloss (a la izquierda), quien con un trench oversize, sweater cuello de tortuga de bouclé de seda, pantalones extra anchos y zapatillas de cuero de caña alta, todo en blanco invierno, logró que este americano sumara aún más seguidores a su cuenta de Twitter, los que hasta ahora llegan a los 667 mil.

 

Burberry

Desde los esmaltes de uñas que usaron las modelos para el desfile, las carteras, accesorios y hasta la música de fondo… Todo, absolutamente todo lo que se vio y sintió en la presentación de la colección otoño-invierno 2014 de Burberry está disponible para que los seguidores de esta marca lo tengan en sus manos. Es que su director creativo, Christopher Bailey, no sólo ha sabido interpretar a la perfección el sello del fundador Thomas Burberry, sino que también ha sabido darle un twist especial a cada una de sus presentaciones. Sus desfiles son verdaderos shows interactivos en los que no sólo la ropa o las modelos que los visten son protagonistas. Para el último Fashion Week de Londres eligió los Kensington Gardens como escenario, un trío de músicos ingleses cantó en vivo sobre la pasarela y el grupo británico de escritores y artistas de Charleston, Bloomsbury, la inspiración para sus diseños. Creaciones en piel de oveja y cabra pintados a mano se llevaron todos los aplausos, así como vestidos de seda, chiffon y crepé, bufandas usadas como cinturones y carteras intervenidas con pintura.

 

Chanel

Lo que hizo Chanel durante la última Semana de la Moda de París fue simplemente impactante: convirtió el Grand Palais en un supermercado. Aceite de oliva La Gabrielle, bebida Tweed Cola, arroz Coco Rico y jamón Jambon Cambon eran algunos de los productos que se podían ver en las altísimas góndolas. Lentamente el lugar se llenó de vida, cuando cada modelo se quedaba “haciendo compras” una vez terminado el recorrido. Dicen que ésta fue una de las colecciones más “democráticas” del káiser, gracias a la gran variedad de siluetas que presentó. Para todos
los gustos, algunos más tradicionales y apegados a la clásica imagen de Chanel y otros un poco más osados y extravagantes. Vestidos, abrigos, chaquetas y trajes de dos piezas que, en algunos casos, se usaron sobre coloridos pitillos. Los tonos pastel y especialmente el rosado tomaron fuerza en esta temporada, obviamente junto al tweed tan característico de esta marca.

 

Hermès

¡Qué bien sabe reflejar el lujo! Totalmente alejado de la ostentación y los excesos. Menos es más parece ser el lema de Christophe Lemaire, director creativo de la casa de moda francesa. Aunque muchos temían que no estuviera a la altura de Jean Paul Gaultier, en los cuatro años que lleva a cargo de la línea de mujeres ha sabido silenciar cualquier comentario negativo. Para su presentación otoño-invierno en París, Lemaire eligió el Palais Brongniart, sobrio a más no poder y que simplemente fue decorado con cortinas de terciopelo negro. El ambiente idóneo para una colección que estuvo marcada por las líneas rectas y que no se ajustaban a la silueta femenina. Fueron 40 looks atemporales y muy versátiles, que confirman el gusto minimalista del diseñador francés. Proporciones ligeramente exageradas en pantalones y chaquetas marcaron esta temporada, con una paleta de colores más bien oscuros.

 

Ferragamo

Llegó a una casa de moda ultra tradicional centrada en la creación de zapatos y la convirtió en toda una propuesta del ready to wear. Massimiliano Giornetti –el director creativo de Salvatore Ferragamo– es de esos diseñadores que tienen la suerte de poder trabajar con las más lujosas técnicas entregadas por artesanos italianos, además de usar exquisitos materiales. Para el Fashion Week de Milán presentó su propia versión del clásico poncho y con el que pretende destronar o al menos quitarle protagonismo al abrigo. Tomando como punto de partida los tonos café –el que combinó con negro, arena, camel, rojo ladrillo, gris y bronce– creó capas con pinturas decoloradas, nudos entrelazados, pliegues a la vista y manchas evaporadas; blusones con grandes escotes; suéteres de mohair; polleras con pliegues y hechas a partir de cintas; abrigos persa de marmota o piel de castor –y sin cuello–; vestidos ultra livianos; chalecos que se usan debajo de un blusón y botas de cuero de montar hasta la rodilla.

 

Louis Vuitton

Un estilo retrofuturista fue el elegido por Nicolas Ghesquière para su primera colección como director creativo de esta casa de moda. En los casi 50 looks exhibidos en la Semana de la Moda de París, se vieron chaquetas de cuero bicolor engomado, pantalones de talle alto, minis con forma de A, tops y abrigos de cocodrilo, cinturones anudados, hombreras estructuradas, algo de tweed, estampados florales y uno que otro guiño al Après Ski. Los accesorios también llamaron la atención, ya que Ghesquière sólo presentó bolsos inéditos, como el clásico baúl de Vuitton, que redujo a clutch, o la nueva versión del Speedy, de sólo una asa. La nueva temporada sacó aplausos y el diseñador supo estar a la altura. Para algunos, fue un inicio discreto pero con poder.

 

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