Santiago en colores

Editorial

Y volvimos a la realidad… El verano tiene un poco de fantasía siempre, despertar tarde, hacer sólo lo que se tiene ganas, días largos, tiempo de sobra, horas del té inexistentes en otra época del año… Marzo es un despertador, pero hay que tomarlo con una actitud positiva. Los que hayan viajado o veraneado en otras ciudades se habrán encontrado al regresar con un Santiago cada vez más moderno, en el que van quedando menos comparaciones negativas y en donde el mundo tiene puestos sus ojos. Hace años ya que nuestras grandes empresas vienen desarrollando estrategias internacionales, transformándose en multilatinas y líderes en las regiones en las que se instalan, como es el caso del retail, la banca, la construcción y las forestales… Los chilenos salen al mundo y del mundo vienen para acá.

Para esta edición quisimos mostrarle un Santiago en colores, nada de gris, nada de fome, nada de típico, un reflejo de cómo somos hoy los chilenos.

Jorge Edwards vive en un antiguo edificio del barrio Lastarria que construyó su abuelo en el año 27, lo pintó con colores osados y lo decoró sin ningún prejuicio, con una mezcla de muebles de Mario Matta, objetos heredados y mucho diseño contemporáneo. Como bien dice Pía Orellana, editora de la revista y quien lo entrevistó para este reportaje, un hombre reservado que habla a través de la decoración de su gusto por el arte, los libros y de su influencia cosmopolita, como hijo de diplomático.

También le mostramos varias oficinas nada de convencionales, todas decoradas por profesionales, algo impensado años atrás. La Fundación La Fuente, que desde hace una década está empeñada en acercar la lectura a las zonas más rurales y vulnerables de nuestro país, le encargó su interiorismo a Grisanti + Cussen, para hacer, con un bajo presupuesto, un lugar alegre, acogedor, como una “casa de cuentos”.

Anita Domínguez y Francisca Goycolea tuvieron a su cargo el diseño interior de la empresa Tecnofast, que tal como se lo pidieron, está hecha para hombres, con una mezcla de tecnología y objetos de look más industrial, buena iluminación y esa cosa elegante que caracteriza a estas decoradoras.

En el barrio Lastarria fotografiamos también la nueva oficina de los restoranes Liguria, en una antigua casona de 1900, construida por Alberto Cruz Montt y declarada monumento histórico, donde abrirán un nuevo local. Las decoradoras Carolina Peña y Karina Berrier del Bazar de la Fortuna, han trabajado junto a sus dueños, los Cicali, desde hace años, y esta vez se preocuparon de rescatar la arquitectura del lugar y de imprimirle aires masculinos, pero con una cuota de color. Todavía faltan algunos meses para la apertura del nuevo Liguria, y el día que abran sus puertas esta oficina pasará a ser uno de los comedores.

La artista Paula Zegers se encontraba preparando la exposición que inaugura los primeros días de abril cuando fuimos a su lindo taller en Av. Italia, a pocas cuadras de donde se han instalado varios artistas consagrados. La arquitecta belga y socia de galería AFA, Elodie Fulton, convirtió un par de casas de adobe en un amplio y luminoso espacio, con una oficina y una cocina comedor. Ahí esta artista, muchas veces acompañada por sus hijos, pasa el día completo… Y finalmente esa es la idea, no estar con lata en el lugar donde trabaja y transcurre gran parte de su vida. Nuevamente la decoración es un factor determinante para vivir más feliz.