Exterior de la Silicone House Revista ED

Un oasis futurista a las afueras de Madrid

La Silicone House es un verdadero oasis de paz y tranquilidad en las afueras de Madrid, con un marcado gusto personal en el que todo es sencillo, pero no minimalista.

Selgascano es un estudio conformado por los arquitectos José Selgas y Lucía Cano, ambos nacidos en Madrid en 1965. Su primer trabajo juntos les valió el Premio de la Comunidad de Madrid en el año 2001 y desde entonces han recibido muchísimos reconocimientos, además de exhibir trabajos en Nueva York y Tokio. Ya unidos no sólo profesionalmente, proyectaron esta casa para ellos mismos de lo más sorprendente, ya que parece surgir como un submarino futurista.

Relajada y silenciosa, esta arquitectura espectacular tiene una doble planta cercana a un círculo y puede caminarse por su techo recubierto de goma reciclada. No hay simetría ni uniformidad. El orden parece azaroso, pero todo está en su sitio. La Silicone House es un verdader oasis de paz y tranquilidad en las afueras de Madrid, con un marcado gusto personal en el que todo es sencillo, pero no minimalista. La arquitectura se compone de dos volúmenes que se comunican entre ellos, en parte sumergidos en el terreno, unidos por la terraza. Para la construcción no se derrumbó ni un solo árbol y la vivienda se integra, casi mimetizándose en el paisaje. Los arquitectos son grandes entusiastas de los materiales sintéticos.  La transparencia de las amplias aperturas vidriadas contrastan con los colores vivos de los revestimientos de resina y de silicona, de allí el nombre de la casa.

Cada uno de los dos edificios tiene un color que identifica el ambiente y su función. Naranja para el living y la cocina, azul para la terraza y los dormitorios. “Aunque hay diferencias sutiles entre un área y la otra”, precisa Selgas. “Los pisos son de goma para el sector azul y de linolium para el naranja”. Efecto escenográfico para el comedor y el living, únicos ambientes abiertos en los que una serie de claraboyas esféricas de plexiglas en el techo encanalan la luz. También se utilizó el plexiglas para las ventanas, que remplazan el vidrio, ya que es un material especialmente liviano y maleable. Todos estos colores y materiales contribuyen a otorgar un carácter único a ésta casa.

En cuanto al proyecto de diseño interior, se caracteriza por una mezcla de piezas históricas de mediados del siglo XX. Aunque para José Selgas, el mejor complemento de esta vivienda son los árboles que la rodean, capaces de modificarse con el ritmo de las estaciones. “El encanto de esta vivienda gira en torno al paisaje, cada día es distinto, en cualquier rincón de la casa”.

 

*Este artículo fue publicado originalmente en marzo de 2014.

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