Reloj RevistaED

Bendito tiempo

La gama deluxe en relojería se empodera de los antiguos oficios y se posiciona como una manufactura de alto nivel, yendo en contra de las leyes de la física y superando cualquier récord humano. Pasa de los maxi relojes a las piezas cargadas con reminiscencias de los años 20, 60 y 80, y con un garbo sin igual. ¡Adelantamos las tendencias 2015!

Algo que la industria de la relojería no transa es su carrera exhaustiva contra los elementos de la naturaleza. Es así como cada año las maisons compiten por superar su técnica y expertise. Un reloj jamás es un diseño simple, incluso si su  apariencia se ve de ese modo, son piezas avanzadas en tecnología de alta frecuencia (lo que permite la indicación exacta del tiempo). Los expertos coinciden: la industria se dirige a los relojes automáticos  –piezas mecánicas a las que se les da cuerda tan sólo con el movimiento de la muñeca–, debido a que quieren que destaque la tradición relojera. Tienen una reserva de marcha en promedio de 40 horas (tiempo en el cual continúa funcionando antes de que se detenga), sin embargo hay nuevos avances con 31 días de reserva de marcha, como el Languer 31 –de la marca homónima–, o el Powermatic 80 de Tissot, que da 80 horas.

Según Catalina Marín, especialista en tendencias de WGSN, líder mundial en análisis y pronósticos de tendencias, “la industria relojera seguirá en la búsqueda de la precisión a la hora de calcular el tiempo y en la sostenibilidad, innovación y materiales”. Marcas como Cartier están desarrollando estructuras y mecanismos en cristal, mientras Omega, con su tecnología ceragold, es el primero en presentar un reloj decorado de cerámica con oro, que logra una extrema suavidad al tacto y que es más resistente que el acero. Por su parte, Nautilus Travel Time Chronograph 5990 de Patek Philippe integra todos sus totalizadores o contadores en uno solo, es decir, permite leer la hora en dos husos horarios a la vez. “Esto hace que sea una máquina totalmente nueva. Ninguna otra marca la tiene”, dice Gonzalo Barros, dueño de Casa Barros. En tanto, el T-Touch Expert Solar de Tissot surge como el primer reloj ecológico que se carga con la luz artificial y solar.

Otro aspecto que predomina hoy es el diseño extra slim. Según explica Josefina Briones, gerente de comunicaciones y marketing de HBC Briones, son relojes muy livianos, con cajas cada vez más delgadas como el Ceramic de Bering, que se diferencia de sus pares gruesos y pesados.

Arte y diseño

El grabado, engastado, esmaltado, marquetería o mosaico de los relojes cobra cada vez más importancia. “Marcas como A. Langue & Söhne fabrican apenas 4.000 relojes al año; cuatro personas están dedicadas a decorar una sola pieza. Es tan único el trabajo que cada artesano realiza que sólo por el estilo de decoración se puede saber cuál de ellos lo hizo”, explica Gonzalo Barros de Casa Barros. Técnicas poco frecuentes han resurgido, como en el caso de Sky Moon Tourbillon 6002G de Patek Philippe, cuya caja requiere 100 horas del maestro grabador; el Ballon Bleu de Cartier, que tiene una marquetería floral y un dial guilloché (grabado en el cual se repite un patrón); el Arceau H Cube de Hermès que posee atmos marqueterie, una maestría art déco que yuxtapone briznas de paja; y la edición especial 2014 L.U.C XP Urushi Year of the Horse de Chopard, que toma el antiguo lacado japonés urushi. Según Josef Helmlinger, dueño de Helmlinger Joyas, “estamos volviendo al art nouveau, a piezas más románticas, con más formas y más detalles”. En WGSN coinciden: “Hay una reacción a la influencia masculina de las últimas temporadas, donde los accesorios femeninos vuelven a buscar formas suaves, súper femeninas y orgánicas”, señala Marín.

Además en el segmento de accesorios se está viendo una nueva relación entre el hombre y naturaleza, tecnología y mística. WGSN rastreó hace dos años esta tendencia emergente apodada next nature. “Hay un interés en recuperar el misticismo y conocimiento ancestral. El sol, la luna y las estrellas inspiran marcas como Swarovsky, Bvlgari u Omega”, continúa.

El colorido resurge en todo su esplendor; además Helmlinger asegura que los diamantes de colores serán protagonistas. El oro rosa –o rojo– sigue siendo furor, aunque existe controversia con respecto a lo que sucede con el oro amarillo. Para algunos en clara retirada, y para otros de los representantes de la relojería de lujo en Chile, volverá con fuerza en la pasarela.

A las pulseras habituales se suman las correas de NATO –textil tipo mochila– en los relojes de lujo, como la edición limitada Speedmaster Apollo 11 de Omega. La estética hoy pone más atención en la relación diseño y funcionalidad, así ha mejorado sustancialmente la legibilidad. Siguen los formatos XL, con un promedio entre 43 y 45 milímetros de diámetro, aunque de a poco están disminuyendo su medida. Año a año, en tanto, se visualiza una estética retro en las pasarelas a través de las piezas ancla de cada colección, modelos iconos de cada maison que se han convertido en parte del ADN de su fabricante, y que por sí mismos configuran una tendencia vital en la relojería contemporánea: Conquest Heritage 1954-2014 de Longines, Carrera CH80 de Tag Hauer, Speedmaster Dark Side of the Moon de Omega, o GMT (o llamado Pepsi Cola) de Rolex.

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