José Luis Domínguez dirigiendo en la Catedral de Santiago

José Luis Domínguez: Confesiones de un director

Ha dirigido a grandes de la música, lo han elegido para liderar piezas icónicas del repertorio clásico. Tiene sólo 42 años, será padre por segunda vez, es dueño de una pasión que sobrecoge. Estamos frente a un gigante cuyos pasos prometen comerse al mundo.

Es sábado y el avión que lo traía de Colombia se retrasó. El lunes parte a Buenos Aires y la instancia para realizar esta entrevista se reduce al domingo, que coincide con la celebración del Día de la Madre. La agenda de José Luis Domínguez está particularmente ocupada: “Ahora mismo, en esta entrevista, me pillas en un momento crucial donde hay muchas decisiones que se están tomando, de optar por ciertos caminos y dejar otros”.  En este encuentro hablaremos de música, de ser el director residente de la Orquesta Filarmónica de Santiago, de su armonía familiar, del funeral de García Márquez y de su sueño de convertir a la orquesta que dirige en una de nivel internacional.

Ser director de orquesta

“La gracia de esa pregunta es que tiene tantas respuestas como directores hay en el mundo. El director tiene la maravillosa misión de ayudar a que la orquesta toque como conjunto ensamblado, porque si bien todos tienen su mapa de lo que tienen que hacer, eso deben ejecutarlo junto a otras personas. El trabajo de un director es que el ensamble funcione como tal, inspirar a que ese ensamble reviva la obra musical con creatividad, con brillo y con mucho amor. A veces el público puede incluso no entender la obra, pero si la interpretación es involucrada, apasionada, aguerrida con el aquí y el ahora de esa verdad musical, el público no sale indiferente a eso y yo creo que esa es nuestra misión.

Mi trabajo es el silencio. Escucho otras versiones, pero no me baso en ellas. Es un trabajo solitario e introvertido. Mucho de estar con libros y partituras. Hay harta investigación del contexto histórico en el cual se creó la obra musical. Pero he aprendido, gracias a que tengo una vida familiar hermosísima, a ordenar esas cosas también y el hecho de estar feliz ayuda mucho a hacer música por las razones correctas y no por un tema de ego personal”.

Estilo propio

“Mi estilo es ser honesto con lo que la música me provoca, pasando por el filtro del estudio y la técnica. Acabo de hacer a Bruckner en Bogotá y apenas me moví porque esa era la verdad de lo que estaba pasando: una cosa solemne, espiritual. Eso es lo importante, que no sea siempre una locura porque finalmente el espectáculo es auditivo. Ahora claro, si el carisma del director involucra a la orquesta y al oyente en entrar a la verdad musical, por supuesto que misión cumplida.

Siempre me imagino en una especie de burbuja, en un domo, que lo tienes pegado a ti y empiezas a explicar a través de la música esa verdad a la orquesta y agrandas este domo para que la mayor parte de los músicos vayan quedando adentro de él; cuando lo logro siento una gran satisfacción. Pero quiero ir más lejos, quiero sentir que todo el público queda adentro de ese domo; esa es la metáfora y creo que en algunas obras se ha logrado. La orquesta debe entender eso y que nuestra energía interpretativa debe ser un ente vivo, como un pulso, con una vida propia que se agranda. Hacer al público vivir la experiencia y estar conectado con esos maestros de la historia de la música”.

10 años en la Orquesta Filarmónica de Santiago

“Estos años han sido muy formativos. Empecé a dirigir cuando aún tocaba el violín. Era una especie de director invitado. En la decisión tuvo mucho que ver Gabor Ötvös, el director saliente, él me vio trabajar; luego llegó Max Valdés, que ha sido mi mentor, amigo y maestro de toda la vida. El fue el que sugirió la idea que la figura del director residente de la orquesta recayera en mí. Era todo un experimento al principio y estábamos todos buscando la manera de cómo llevarlo a cabo. Yo tenía contrato como el primer violín  de la orquesta y tenía esa encrucijada, en ese minuto yo no quería dejar ese contrato y hacer algo nuevo. De eso se cumplen 10 años y para celebrarlo, quise invitar a la orquesta a un cóctel al final de un concierto. Esto para mí ha sido una vida, un viaje maravilloso. Yo comencé como director asistente, tuve una escuela impresionante. Mi relación con la dirección del teatro es fantástica, son una familia y eso tiene que ver con el compromiso de mi trabajo con ellos”.

Teatro Municipal

“Es la sala más importante del país. Es la única sala de ópera internacional del país. Es la única sala de ópera internacional en Latinoamérica que tiene un funcionamiento prolongado, constante, contra viento y marea; el Teatro Colón en Buenos Aires tiene un funcionamiento muy inestable. El Municipal de alguna manera sobrevive y hay un espíritu detrás, más allá de las diferencias que se puedan tener y que son todas respetables y debatibles, hay un compromiso para mantenerlo en funcionamiento que es impresionante”.

Orquestas Juveniles

“Don Fernando Rosas buscaba darle cierta dirección a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, que hasta ese entonces no tenía. Esto fue a comienzos de la década del 2000, cuando después de mucho conversar, acepté su propuesta de hacerme cargo de liderar la orquesta. La orquesta se ordenó, volvió a tener la cantidad de jóvenes que tiene hasta el día de hoy. Todo esto me lo he tomado como una vocación de servicio, porque el nivel musical de nuestros jóvenes chilenos es muy atrasado en comparación a jóvenes de la misma edad tanto latinoamericanos como del primer mundo. Pero comenzamos un camino, hemos logrado muchas cosas,  esto ha sido mucho sudor, he conocido a chicos fantásticos, talentos chilenos que son innegables, la energía que te dan los jóvenes es maravillosa y en ese aspecto ha sido un placer dirigirlos. Sin embargo, creo que la orquesta ha llegado al máximo nivel que puede dar en las condiciones en las que está. Quizás, se me ocurre, haya que nivelar ya no por edad sino por nivel musical. A veces, el único cambio posible es hacia adelante”.

Colombia y García Márquez

“Tengo una relación cercana con la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. Fui, de hecho, su principal candidato a Director Titular, me lo ofrecieron y no quise participar por razones que ellos entendieron. Pero 5 ó 6 días antes de este viaje, donde iba a dictar un master class a los que están egresando de Dirección en los distintos conservatorios, me llaman del Ministerio de Cultura de Colombia y me dicen: “Ha muerto Gabriel García Márquez y queremos que vengas a dirigir el Réquiem de Mozart”. Casi me morí, pero de humildad. No era que me preguntara ‘por qué yo’, porque sé que soy bueno y tampoco es bueno pecar de excesiva humildad, sino enfrentar todo con agradecimiento, ser consciente de lo afortunado que has sido. Apenas me bajé del avión me fui a ensayar con ellos. El Réquiem lo tenían muy bien preparado. Después ensayé con los solistas, con el coro, y al día siguiente nos fuimos a la Catedral que estaba preciosamente adornada, realmente todo tan bien hecho y en tan poco tiempo… En la ceremonia conocí al Presidente de Colombia. Me invitaron a varias actividades después de eso, donde tocaron muy bien y fue todo muy lindo. Por mucho tiempo voy a sentir un profundo agradecimiento que hayan pensado en mí para una cosa así, fue tremendamente especial. El concierto fue transmitido a todo Colombia por streaming”.

La familia

“Tengo una vida familiar maravillosa. Tengo un matrimonio feliz, voy a ser papá a principios de noviembre. Y creo que todo esto tiene que ver con el proceso de dejarte un poco a un lado, saber tu posición en las cosas. La devoción por lo que hago se ha visto acrecentada por mi relación familiar y no apartada, como en otros casos. En la casa no estoy en el podio, la casa no es una orquesta. La batuta funciona con el coro, pero uno llega a la casa y hay que guardarla y llegar como uno más, además de saber entender que la razón por la que en la orquesta eres la pirámide, la batuta y todo, es práctica también”.

Obsesión por la perfección

“Es muy fácil y peligroso. Esta es una disciplina como la de cualquier instrumento. Es una carrera en la que tú tienes que repetir muchas veces una escala en violín o en trompeta, y darle una y otra vez.

Sacas ese comportamiento de un ejecutor musical y se lo pones a una persona en la calle y se transforma en un maníaco de psiquiátrico. He tenido grandes maestros de la música y de la vida que me han dicho que hay un momento para detenerse, ir a la playa, abrazar a tu pareja, tomarse un trago, jugar con tus hijos, aunque la escala aquella en la que estás trabajando no esté resuelta, y eso es porque es muy fácil caer en la obsesión dada la repetición constante que nuestra disciplina requiere. La perfección es una idea abstracta, esto no es ingeniería mecánica ni contable. A veces en la interpretación, la genialidad en las imperfecciones son las que logran la trascendencia”.

Composición

“Tiene muchas ventajas el hecho de dirigir tantas partituras cuando llega la hora de componer. El ejercicio de dirigir tantos estilos distintos hace que sepa perfectamente cómo escribir cinco compases al estilo de, o cómo quiero que suene algo, por tanto no tengo que experimentar. No quiero ser compositor, pero hay una inquietud y quiero usar mi experiencia para hacerlo.

El primero es un Réquiem para don Fernando Rosas, creador de la Fundación de las Orquestas Juveniles y que falleció hace ya 7 años. Es un regalo para su viuda y sus hijas. Hay otro encargo de ballet para el Municipal, y estoy en conversaciones con Argentina, para una película española-argentina que está en etapa de pre-producción”.

Futuro

“Convertir a la Filarmónica de Santiago en una orquesta clase A, de nivel internacional, es un sueño que tenemos. Si se me acaba la vida y no lo hemos logrado, quiero irme con la idea de que están en el camino, y eso no sólo involucra a cómo toca la orquesta sino que a la institución. Va a haber un momento en que la orquesta va a tener que recibir una inyección de recursos y que será la guinda de la torta para tener esta súper orquesta y grabar para todos los sellos. Ese es un objetivo, un sueño que podría tener. Pero como dicen algunas culturas más espirituales, creo que la dicha está en el camino más que en llegar a la meta. Prefiero disfrutar el momento haciendo esto con ellos y no ser un infeliz esperando por lo que falta”.

 

  • “Esta iniciativa que hemos llevado a cabo con la Filarmónica en los últimos años de los Conciertos Ciudadanos en las iglesias de Santiago, y que tuvo su final en la Catedral interpretando la Novena de Beethoven, ha sido maravillosa y debe expandirse y seguir llevándose a cabo”, dice Jose Luis Domínguez.

  • José Luis Domínguez.

  • José Luis Domínguez.

  • José Luis Domínguez dirigió a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia para el funeral del escritor Gabriel García Márquez, fallecido en abril pasado.

  • Con Marcia Haydee, directora del Ballet del Teatro Municipal.

  • José Luis Domínguez.

  • “Esta iniciativa que hemos llevado a cabo con la Filarmónica en los últimos años de los Conciertos Ciudadanos en las iglesias de Santiago, y que tuvo su final en la Catedral interpretando la Novena de Beethoven, ha sido maravillosa y debe expandirse y seguir llevándose a cabo”, dice Jose Luis Domínguez.

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