Celebrar

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La decoración con que termina y empieza un nuevo año.

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Editorial

Y con la misma rapidez con que empezó, se acabó el año… Diciembre es siempre un mes especial, de celebraciones, y en ED nos gusta terminar el año con lo mejor… y celebrando… Hace un tiempo leí una columna de Danny Meyer, dueño de varios restoranes neoyorquinos y especialista en hospitality, una parte de la hotelería, gastronomía, arquitectura  y diseño de interior, entre otros, que tiene que ver con recibir, con hacer sentir bien a la gente, que apela a lo intangible, a las sensaciones. Él decía que para celebrar lo que sea, desde un evento importante hasta una simple invitación a comer a la casa, había que considerar varios temas, y todo lo que escribió me dejó pensando y me hizo bastante sentido.

Para empezar recomendaba tomarse el tiempo y disfrutar planeando la comida, cumpleaños o fiesta que vaya a ofrecer, y durante ella pasarlo tan bien como los invitados. Una pareja que estuvo discutiendo toda la tarde o un anfitrión estresado y nervioso dejará esa carga negativa en el ambiente.

Es normal que una casa se vaya desordenando, por mucho que se haga aseo todos los días, sin querer se van acumulando cosas sobre el velador, metiendo a la rápida otras por ahí o dejando encima algo que siempre creemos será transitorio, pero que se va quedando hasta que ya ni lo vemos. Bueno, invitar a comer es la mejor excusa para limpiar, ordenar y concretar esas cosas pendientes, como colgar un cuadro.

Siempre hay que preocuparse de tener buen olor, no hay nada mejor que entrar a una casa y que esté perfumada con una buena vela o spray, produce en el invitado algo agradable automáticamente.

Si va a convidar tiene que ser generoso. El que no quiere gastar ni molestarse por nadie seguramente no logrará que el ambiente de su casa acoja demasiado. No se trata de comprar puro caviar ni tirar la casa por la ventana, sino de darse el tiempo para poner una linda mesa, cocinar o comprar algo rico y que no esté calculado justo para el número de personas. Una fuente muy medida transmite un mal mensaje.

También hay que ser generosos con la música, lo ideal es tener preparado un playlist que incluya la mayor cantidad de gustos y estilos posibles, dentro de la propia personalidad de la casa y sus dueños. Lo mismo con los aperitivos, tragos y vinos, hay que pensar que no a todos les gusta lo mismo que a uno…

Estos eran algunos de los puntos más rescatables de lo que escribía este perfecto anfitrión, pero creo que lo más importante es que cada persona le agregue su propio sello a su panorama, a veces la gracia está en que alguien sea muy relajado, y otras en el que es ultra preocupado y detallista… mientras haya cariño y buena onda, todo puede ser.

Lo mismo pasa en decoración, hace muchos años ya que lo ecléctico, la mezcla de antiguo con moderno, de estilos y épocas que contrasten entre sí, se ha transformado en un estilo que acomoda e identifica a mucha gente en el mundo entero. En esta edición le mostramos muy buenos ejemplos de casas que juntan en un mismo espacio lo inimaginable. El contraste siempre es bueno, y el hecho de que cada uno pueda tener la libertad de hacer el mix que se le ocurra con cosas con historia, otras traídas de viajes y algunas nuevas, hace que un lugar sea más auténtico, que tenga más vida, que sea de verdad… Qué mejor que terminar y empezar un nuevo año celebrando y disfrutando rodeado de las cosas y personas que más nos gusten…

¡Feliz Navidad! ¡Nos vemos el 2015 con una edición pensada para las vacaciones!

Magdalena Bock, Directora
magdalenabock@ed.cl