Puro Chile

Editorial

Pasamos de ser un país del que poco se sabía afuera a uno que siempre está haciendo noticia, que figura en todos los rankings y encuestas mundiales, ya sea por cosas buenas, como nuestro gran atractivo turístico, sobre todo a destinos remotos como la Patagonia o el desierto; o malas, como el enorme consumo de alcohol.

En diseño y arquitectura constantemente damos de qué hablar, y para bien. Nuestros profesionales son considerados como un ejemplo en el resto del mundo, tenemos muchos nombres de fama mundial, reciben premios que sólo les dan a los mejores y les encargan proyectos tan importantes como el pabellón de la Serpetine Gallery en Londres, del arquitecto Smiljan Radic, que recientemente publicamos.

Pero en decoración la cosa no ha alcanzado estándares mundiales, aún nos falta mucho por aprender y mejorar. A pesar de que ha subido el nivel, de que efectivamente hay mayor preocupación e interés en el tema, y de que se están haciendo cada vez más hoteles y proyectos de uso público en los que se le da importancia al interior, es un rubro que sigue siendo bastante amateur, que no se ha profesionalizado lo suficiente y que se sigue asociando más a comprar muebles y géneros que al real diseño interior. Y eso se nota. La mayoría de los decoradores no tienen formación académica en el tema y todavía existen pocas opciones para estudiar decoración en el país. Lamentablemente son pocos los arquitectos que deciden especializarse en arquitectura interior e incorporarla en sus trabajos, mientras que en Europa son cada vez más grandes las oficinas dedicadas a ello. De hecho, en todos los proyectos de envergadura debe haber una oficina de arquitectura dedicada sólo al interior de la obra. Hace poco la página web Archdaily publicó una lista de los arquitectos más importantes y sus especializaciones, y de todos ellos la mayoría tenía estudios en interior design. Es bueno tener esto en cuenta.

Para ambientar las casas no se necesita ser decorador profesional, aunque nunca es malo pedir ayuda cuando se necesita. Este mes nos fuimos al campo y nos dio gusto ver cómo ha ido cambiando el concepto de la casa de campo. Nos seguimos encontrando con esas lindas casas patronales que se han mantenido en el tiempo y que forman parte de nuestra historia, pero también con construcciones contemporáneas, de líneas rectas y mucho más minimalistas, que forman parte de una nueva historia e identidad chilena.

MAGDALENA BOCK, Directora
magdalenabock@ed.cl