La diseñadora Petz Scholtus y la experta en gestión hotelera Mari Rodríguez Marañís, se propusieron abrir un hotel que fuese sostenible y en el que se aplicase innovación ecológica. Para ello, se reconstruyeron tres viviendas de un edificio modernista, siempre pensando fomentar un turismo “integrador y no masivo”. El resultado: tres departamentos únicos en el centro de Barcelona.
La denominada yök Casa no sólo le da importancia a la ecología. Otra protagonista en ella es la cultura. Así, se pretende mostrar a la “auténtica” Barcelona, logrando una unión entre turistas y barceloneses.
Revise el artículo completo en Huffington Post