RECOMENDADO: Amy, el documental
Controversial y triste, Amy, el documental que revela el lado más íntimo de Amy Winehouse, es un imperdible. Alabada por la crítica y muy premiada (ganó el Oscar al Mejor Documental en febrero entre otros), la cinta de Asif Kapadia nos trae de vuelta a quien la industria de la música bautizó como la que «revitalizó el soul». En su trabajo, Kapadia no solo nos entrega detalles brutales de la vida de la cantante británica que no habían salido a la luz, además nos aproxima a su mundo. Nos obliga a entenderla, y a quererla.
Todos sabíamos de su adicción a las drogas, el alcohol y los numerosos escándalos de los que Amy fue protagonista; como cuando tuvo que bajarse del escenario en Serbia el 2009 después de olvidar las letras de sus canciones y cancelar lo que le quedaba de gira. Pero en Amy, la cantante es mucho más que esa caricatura de una vida de excesos y fama que conocimos. Asif Kapadia y su equipo hicieron más de cien entrevistas a su círculo más cercano: su mamá Janis, su papá Mitch Winehouse, su marido Blake Fielder, sus amigas de infancia Lauren Gilbert y Juliette Ashby, y su primer manager Nick Shymansky.
Al entrar en su mundo, con estas entrevistas además de muchos videos caseros, Kapadia nos enseña un personaje complejo; una mujer con un montón de fantasmas –como la bulimia y depresión–, ingenua, vulnerable –se resistía a la fama– y por sobre todo con una sensibilidad artística única. “No escribo si no es personal”, decía. Todas sus canciones se inspiraban en experiencias propias: su papá se opuso a que fuera a rehabilitación y nació Rehab; su gran amor Blake Fielder la dejó y nació Back to Black.
Una de las escenas más fuertes para entender a Amy, y su caída, es cuando la cantante se encuentra refugiada en la isla caribeña Santa Lucía alejada de los paparazzis, su papá llega al lugar con un equipo de grabación para hacer el programa My daughter Amy. En esa oportunidad la cámara muestra como Mitch le pide que se tome una foto con unos turistas. Ella le responde: «¿Quieres que sea un souvenir?».
Y es que al final Amy solo quería hacer música, la película deja eso claro. Véala en Netflix y juzgue usted mismo.