Arte

Cinco semanas de arte y éxito en Dismaland

El parque de diversiones creado por el grafitero más reconocido del mundo cerró sus puertas este domingo, no sin antes generarle un atractivo turístico impensado a la pequeña localidad de Weston-super-Mare.

Todo un éxito resultó ser Dismaland, el parque de diversiones del grafitero Banksy: un espacio surrealista, depresivo, magnífico y melancólico, como fue definido ante su inauguración.

Este domingo 27 de septiembre, el parque cerró sus puertas y el balance es claro y alegre: el artista urbano levantó en la pequeña localidad británica de Weston-super-Mare un turismo impensado, con más de 150.000 visitas en cinco semanas y un impacto económico que se ha calculado en más de US$ 30 millones.

Tal fue el éxito de la instalación, que algunos ya lo instalan en la historia reciente del arte y otros lo califican como «el fenómeno del año». Este macabro proyecto de Banksy ya se prepara para su siguiente destino: «Próximamente… Dismaland Calais», asegura el enigmático grafitero en su web, con el habitual humor negro que se respiraba en cada rincón de su parque.

dismaland calais

Sin embargo, no se trata de una nueva ubicación del parque como tal. Según se ha explicado, las construcciones serán desmanteladas en un tiempo de tres semanas y serán enviadas a la llamada «jungla» de la ciudad marítima francesa, es decir, una serie de campos improvisados que miles de refugiados han montado en los alrededores de Calais. Allí, las piezas de Dismaland serán reutilizadas como cobijos para los migrantes.

Y es que el grafitero no ha quedado ajeno a la tragedia del éxodo en Europa. Una de sus instalaciones artísticas permitía que el visitando pilotara en una piscina dos pateras (embarcaciones pequeñas) repletas de migrantes, esquivando los cuerpos de los caídos. Así es el arte de Banksy, una mezcla de fascinación e indignación. Y no solo él fue parte de esta gigante exposición. Además de las propias, sumó 58 obras de artistas internacionales de la talla de Damien Hirst o Jenny Holzer, además de creadores urbanos relativamente desconocidos.

Desde la carroza de Cenicienta volcada tras un accidente, con paparazis fotografiando a la princesa fallecida, hasta una muestra sobre las herramientas de represión violenta que emplean los Estados contra sus ciudadanos, el precio de la entrada al recinto incluía también un peso sobre la conciencia de cada cual.

Reforzando el revuelo de este parque, la BBC hace una excelente comparación de exhibiciones exitosas: los 4.000 visitantes al día de Dismaland superan, entre otros, a los 3.907 de la retrospectiva sobre Matisse de la Tate, la más exitosa en la historia del museo. Banksy fue batido, eso sí, por David Hockney y sus 7.512 asistentes diarios a la Royal Academy en 2012.

Por ahora, Dismaland prepara su camino a Francia y Banksy seguramente ya piensa en su siguiente sorpresa que aparecerá algún día en algún lugar. La espera ya es otro thriller.

Revise el artículo completo en El País.

 

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