Copenhague no solo es una ciudad: es una experiencia estética en movimiento. Desde cafés con interiores impecables hasta hoteles boutique que parecen salidos de una editorial de diseño, esta capital nórdica se vive con todos los sentidos. Los amantes del buen vivir encontrarán aquí una mezcla única de minimalismo cálido, innovación culinaria y una cultura que celebra lo cotidiano con elegancia. En sus calles tranquilas y bien diseñadas se respira un equilibrio envidiable entre tradición e innovación. Aquí, cada detalle cuenta: la luz, los materiales, los sabores, el ritmo. Así, si estás planeando una escapada con alma lifestyle, estos cinco planes son un must para sumergirte en lo mejor de Copenhague.
1. Dormir en el Bella Grande: diseño, historia y hedonismo bajo un mismo techo
Ubicado en pleno centro de la ciudad, el Bella Grande es mucho más que un hotel: es una oda al diseño escandinavo con un giro sensual y teatral. Inspirado en la estética cinematográfica de los años 60, este nuevo hotel combina interiores dramáticos, texturas sofisticadas y una atmósfera cálida que invita a quedarse. La atención al detalle, el mobiliario de autor y su encantador restaurante italiano, Donna, convierten la estadía en un deleite multisensorial.




2. Comer (y picar) en TorvehallerneKBH: el templo gourmet de la ciudad
Ubicado junto a la estación de Nørreport, TorvehallerneKBH es el mercado gastronómico más sofisticado de Copenhague. Aquí conviven más de 60 puestos con productos frescos, delicatesen nórdicas y propuestas gourmet que van desde smørrebrød artesanales hasta tapas danesas, vinos naturales y café de especialidad. Es el lugar perfecto para almorzar sin prisas, curiosear entre quesos locales y panes recién horneados, o simplemente sentarse con una copa y disfrutar del ambiente chic e informal que tanto define a la ciudad. ¿Uno de nuestros favoritos? Las ensaladas de Smag y los smoothie bowls de Grod.


3. Descubrir el universo de Danish design en el Designmuseum Danmark
Para entender el alma estética de Dinamarca, una visita al Designmuseum Danmark es esencial. Recién renovado, este museo ofrece una mirada profunda al legado del diseño danés, desde los iconos modernos como Arne Jacobsen hasta talentos contemporáneos. El edificio en sí, de estilo rococó, también es parte del espectáculo visual.
4. Recorrer boutiques y concept stores en Vesterbro y el centro
Explorar las tiendas de diseño en Copenhague es casi como recorrer un museo curado al detalle. En Vesterbro, el barrio creativo por excelencia, destacan tiendas como Stilleben, con cerámica y objetos artesanales, y Playtype, perfecta para amantes de la tipografía y la estética minimalista. En el centro, el imperdible es Hay House, un icónico departamento convertido en showroom donde todo –desde una silla hasta un jarrón– está pensado para elevar la vida cotidiana. Para una experiencia aún más inmersiva, The Apartment en Christianshavn presenta piezas de arte, mobiliario y diseño como si fueran parte de un hogar soñado. Todo está a la venta, pero lo que realmente se compra es inspiración.
5. Relajarse como un local: sauna flotante + canal + vino natural
Vivir Copenhague también es saber bajar el ritmo. Alquila una bicicleta, explora los canales y termina el día en una de las saunas flotantes de CopenHot. Algunas incluyen terrazas privadas, duchas frías y vistas al atardecer danés. El broche de oro: un vino natural en Ved Stranden 10, uno de los bares más encantadores y cool de la ciudad, justo frente al agua.


Copenhague es una ciudad donde el diseño no solo se ve, sino que se vive: en una copa de vino junto al canal, en una silla perfectamente diseñada o en un desayuno que parece una obra de arte. Para quienes disfrutan de los placeres bien pensados, cada rincón ofrece una experiencia estética y sensorial. Aquí, el buen gusto es parte del paisaje. Y la belleza, un estilo de vida.



