Con 20 años de trayectoria, los Premios Chile Diseño 2025 se preparan para presentar su décima versión en noviembre. El espacio – catalogado como el principal reconocimiento del diseño nacional y que está con su convocatoria abierta hasta el 12 de septiembre- convoca a profesionales, estudiantes, empresas e instituciones académicas que, a través de la estrategia y la creatividad de sus diseños, transforman realidades en diferentes sectores.
Pero hablar de diseño no es hablar solo de gráficas y objetos. Es una disciplina transversal que “se centra en la búsqueda de soluciones a problemáticas en distintos ámbitos. Las alternativas de solución se materializan en lo que sea necesario para cada proyecto: señaléticas, interiorismo, indumentaria, iluminación, exhibiciones, entre otros, y también en áreas como experiencias y servicios”, como explica Alexandra Faille, especialista de la Escuela de Diseño Duoc UC y parte del directorio de Chile Diseño.
Seguridad laboral, salud, comunicaciones y hasta en el aumento de la productividad: el diseño está e influye en gran parte, si no es en todo, el contexto de las personas: “La integración del diseño en equipos multidisciplinarios ha hecho que avance a una mirada más sistémica, conectada con problemáticas cada vez más complejas y a soluciones más específicas y funcionales”, detalla Faille. Es clave profundizar las relaciones y colaboraciones con organismos públicos en temas como servicios, innovación, infraestructura y equipamiento. “Trabajar en conjunto es fundamental para ampliar el alcance del diseño chileno, productos y servicios a mercados internacionales”, asegura.
Una manera de poder visibilizar esta diversidad de aplicaciones es, justamente, a través de los Premios Chile Diseño, que las reconoce a través de categorías como Diseño de servicios y Experiencia al cliente, Diseño de experiencias digitales y Diseño de información.
Más allá de la capital
Santiago no es Chile y en la Asociación lo saben. En un país tan largo es imposible que no exista la diversidad y, en esta disciplina, es un rasgo que no pasa desapercibido. Cada territorio tiene su comportamiento y se modela según las actividades productivas que se desarrollan en torno a él: “En algunos casos me parece clave el rol que cumple la academia como ente articulador de estos ecosistemas, universidades e institutos que generan movimiento e intercambio. Eso le da dinamismo al área del diseño para lograr la colaboración”, señala Juan Pablo Schiattino, socio de Diseño Humano y director territorial de Chile Diseño.
Para tener un acercamiento concreto con las regiones y los talentos locales puedan visibilizar sus proyectos, la Asociación realiza los Encuentros Chile Diseño. En ellos, se generan instancias de intercambio de conocimiento con diseñadores chilenos y extranjeros, se instala la conversación del diseño en la actualidad y se abre la oportunidad para que expertos conozcan a verdaderas promesas de esta área.
“Un alto porcentaje de las decisiones importantes se toman en Santiago, por lo tanto, siempre es más difícil tener grandes proyectos desde una región. Pero esto ha ido cambiando gracias al trabajo virtual: desde Concepción se exportan tipografías, en Arica se establecen colaboraciones con los países limítrofes y nuevos ecosistemas surgen en otros territorios en la medida que las personas se van moviendo”, dice Schiattino.
“El diseño es una experiencia poética de nuestra identidad cultural”
En 2022 la artista y diseñadora Ignacia Murtagh ganó el premio Chile Diseño en la categoría Mejor Mobiliario con el proyecto ‘Lapis’, una serie de bancas de lapislázuli esculpidas a mano que fueron parte del mobiliario de autor que desarrolló para el Palacio Pereira: “Sentí que era una instancia muy valiosa para visibilizar la escena del diseño en Chile. Más allá del resultado que podría tener la convocatoria, sentí que era una oportunidad importante para ser parte de un espacio que promueve y reconoce el trabajo de diseñadores de manera muy transversal a nivel nacional”, relata.


Hoy, su trabajo es reconocido no solo en nuestro país, sino también en el extranjero: el libro Woman Made: Great Women Designers de la editorial Phaidon, la destacó como parte de los 200 diseñadores más influyentes del último siglo.
Murtagh afirma que Chile Diseño es una organización fundamental para el desarrollo profesional de su rubro y, para impulsar el entendimiento sobre su valor, recalca la dedicación que aplica en cada proyecto: “Tener una línea de diseño coherente y bien pensada ayuda a mostrar que el diseño no es solo un atributo estético, sino una herramienta transformadora que puede generar impacto. En mi caso el diseño es una experiencia poética de nuestra identidad cultural. Cuando se trabaja rigurosamente, el diseño habla por sí solo, empieza a educar, a abrir conversaciones y a poner en valor lo que hacemos. Recibir este premio ha sido una validación importante de mi trabajo. A nivel internacional es una credencial que respalda mi trayectoria. Todo reconocimiento serio acredita, y en este caso, se trata de un premio otorgado por una institución relevante, lo cual tiene un peso real”, afirma.
Potenciando el futuro
Desde 1994 que Chile Diseño se mueve con un propósito claro: impulsar el entendimiento sobre el valor del diseño y posicionarlo como una herramienta estratégica y un factor clave en el desarrollo económico, social y cultural de Chile. Una premisa poderosa, pero que no deja de presentar desafíos.
“Potenciando el futuro” es el lema bajo el cual se rigen los premios de este año. Y mirando hacia lo que viene, ¿cómo hacer para que el diseño esté aún más presente en políticas públicas, servicios o planificación urbana? “Es importante convocar y participar en mesas, asesorías y estar en colaboración permanente con organizaciones públicas. A su vez, contar con indicadores que demuestren impacto y avalen el valor de la integración del diseño en distintos procesos. Para el futuro, es necesario integrar los equipos de innovación y planificación estratégica, utilizando el diseño centrado en las personas como metodología en el desarrollo de políticas públicas, así como la incorporación del diseño como parte integral de las políticas de economía circular y sostenibilidad, eficiencia energética y consumo sostenible, entre otros”, aclara Alexandra Faille.
Y si bien hay apoyo del gobierno central, los gobiernos regionales y las instituciones académicas para fomentar la colaboración y las redes entre industrias creativas, “el poder articularlos de la mejor manera ayudará a fortalecer las redes y el acceso a financiamientos y participación en grandes y mejores proyectos. Lo hemos ido trabajando como asociación. Sabemos que nos falta mucho, pero estamos convencidos de que vamos por buen camino”, concluye Juan Pablo Schiattino.



