“Es un libro más libre y lúdico, que no busca rescatar algo perdido, sino explorar lo vivo y cotidiano”, dice la periodista y cocinera Dalal Halabi (@dalalhalabi) sobre Cocina Mestiza, su segunda publicación, recién estrenada. Y es que en este libro se pueden encontrar recetas tan variadas como las roscas de su abuela, o unos ñoquis mongolianos. “El desafío fue lograr que esa mezcla no se sintiera forzada. La clave estuvo en cocinar desde el afecto y la memoria, no desde la técnica. Creo que cuando cocinas con honestidad, las tradiciones se cruzan de manera natural.”, explica Dalal.
En Cocina Mestiza la cocina es también una playlist personal: cada receta tiene su propio ritmo y se acompaña de una lista en Spotify creada por la autora para cocinar, bailar o simplemente gozar. Entre desayunos, brunch, almuerzos, once comidas, cenas, postres y bajones nocturnos, las páginas del libro celebran la sazón antes que la perfección, con humor, memoria y mucha música de fondo.
Conversamos con Dalal, quien nos contó más sobre su inspiración para este libro y nos compartió cuáles son sus especias infaltables para una cocina con mucho sabor, como la suya.
En tu primer libro, Cocina de la Diáspora, exploraste tus raíces palestinas. ¿Cómo nace la idea para este segundo libro?
Ese primer libro fue un homenaje a mi origen, a lo que mi familia trajo consigo al migrar y esas recetas que fueron pasando de boca en boca. Cocina Mestiza nace de la curiosidad por lo que pasa cuando esas raíces dialogan con otras culturas y sabores que me han acompañado en la vida: el barrio, mis viajes, la música, las amistades, la tele. Es un libro más libre y lúdico, que no busca rescatar algo perdido, sino explorar lo vivo y cotidiano.
Y lo digo en el sentido de la cocina fácil, sabrosa, con foco en el sabor y en los ingredientes. Muchas veces rápida.
El libro tiene una playlist personal de recetas y también una lista de Spotify para cocinar. ¿Cómo dialogan la música y la cocina en tu proceso creativo?
Para mí cocinar siempre ha tenido ritmo, desde que nací, creo. Mi abuelo era muy fanático de la música clásica, tocaba violoncello. El mismo que me regaló mi primera máquina de escribir. Me crié en la cocina, con las teleseries de fondo, de ahí nace mi amor por Juan Gabriel.
Mi mamá me mostró a Sui Generis cuando tenía 10 u 11 años. Quise tocar guitarra, muy mal. Pero me llama la atención hasta el día de hoy el proceso creativo de la música y de la cocina. Pongo música y lo paso bien. Una canción puede inspirar un plato o darle un ambiente distinto a la preparación. Así como uno arma una playlist para una fiesta o un viaje, Cocina Mestiza es mi playlist de sabores: cada receta tiene su propia melodía.
Cocina mestiza recorre distintos momentos del día, desde el desayuno hasta los bajones nocturnos. ¿Cuál es el momento del día en que más disfrutas cocinar?
Depende del ánimo, pero me encanta el brunch y también los bajones nocturnos. El brunch porque es relajado, no tiene reglas estrictas, se comparte sin apuro. Y el bajón porque ahí uno cocina con pura intuición, sin pensar demasiado, solo buscando el placer de comer rico.
“Si no tienes especiero, no tienes gracia”, dices en el libro. ¿Cuáles son tus 5 especias indispensables en cualquier cocina y por qué?
- El comino, porque da profundidad.
- El sumac, porque me conecta con la cocina más tradicional y levanta cualquier pan o ensalada.
- El curry, que abre la puerta a muchas mezclas y le da intensidad a los platos.
- La cayena, porque creo que es de los mejores ajíes.
- La pimienta negra, básica pero insustituible.
- Y la canela, que en mi cocina entra tanto en lo dulce como en lo salado.
Con esas 6, ya tienes un universo abierto. Me pasé por una.
Dices que tu cocina no exige perfección, pero sí sazón. ¿Qué consejos le darías a quienes todavía sienten que cocinar es algo intimidante o lleno de reglas?
Que se olviden del miedo a equivocarse. Una receta no es una fórmula rígida, es una guía. Cocinar se trata de probar, ajustar, equivocarse y volver a intentar. Lo importante no es que quede perfecto, sino que tenga sabor y que el proceso sea disfrutable. Sobre todo eso, incluso y más cuando cocinas para ti.
Si tuvieras que elegir un plato del libro que mejor te represente, ¿cuál sería y por qué?
Estoy entre el kuchen sureño de manzana con sumac, es raro que elija una receta dulce como mi favorita, pero es que no se van a olvidar de esa mezcla. Y en lo salado, amo el pebre de lentejas con pimentón asado, el ragú de berenjenas ahumadas y los arayes, unos pitas rellenos con carne. Deliciosos.
