No hay que cruzar fronteras para vivir una estadía de clase mundial. En pleno Valle del Maipo, a menos de una hora de Santiago, el Hotel Casa Real de Viña Santa Rita acaba de ser elegido el sexto mejor hotel de Sudamérica y el segundo de Chile en los Readers’ Choice Awards 2025 de Condé Nast Traveler, el ranking más prestigioso del turismo internacional.
Lejos de ser un hotel convencional, Casa Real es una casona del siglo XIX declarada Monumento Histórico, donde el tiempo parece fluir a otro ritmo. Con solo 16 habitaciones y un parque de 40 hectáreas diseñado por el paisajista francés Guillaume Renner, el lugar combina el silencio, la naturaleza y la elegancia de una época que se conserva intacta. Pasear bajo sus árboles centenarios, recorrer las bodegas o contemplar el atardecer entre viñedos es parte de su encanto.
Su arquitectura neoclásica, obra del alemán Teodoro Burchard, convive con un patrimonio que abarca mucho más que el hotel. A su alrededor se despliega un viaje patrimonial por la historia, la cultura, la naturaleza, la gastronomía y los vinos de Chile: la capilla neogótica de 1885, las bodegas donde nació uno de los grandes Cabernet Sauvignon del país y el Museo Andino, que resguarda más de tres mil piezas arqueológicas y etnográficas de los pueblos precolombinos.
La experiencia se completa en el Restaurante Doña Paula, un edificio colonial de 1760 que rinde homenaje a Paula Jaraquemada, la mujer que dio refugio en esta misma hacienda a 120 soldados tras la derrota de Cancha Rayada. Allí, una carta inspirada en los sabores tradicionales se marida con los vinos más emblemáticos de la viña. Los visitantes también pueden disfrutar del Café La Panadería, junto a los antiguos vagones que unían Buin con Santa Rita hace más de un siglo.
Casa Real es, probablemente, el único hotel donde se puede dormir entre historia y viñedos, despertar con vista al valle que vio nacer al Cabernet Sauvignon chileno y entender por qué el lujo, a veces, tiene forma de silencio.





