Entre el 17 y el 20 de abril el Museo Nacional de Bellas Artes y el MAC fueron el epicentro cultural de América Latina. MICSUR, Mercados de Industrias Culturales del Sur atrajo a más de 330 operadores de la región con miras a crear un sustrato propicio para que la cultura en nuestros países florezca y dé frutos.

La diseñadora argentina Laura Novik, que es directora del Laboratorio Futuros Atlántida, fundadora de la consultora Blink Design y experta en diseño de futuros y tendencias, fue una de las invitadas al encuentro. En su visita flash a Chile, Novik estuvo a cargo de la clase magistral Diálogos transdisciplinarios para un futuro sostenible, y además se dio el tiempo para conversar con ED sobre el diseño latinoamericano hoy.

Con una sonrisa amplia y luminosa nos recibió en el hall del hotel Ismael, a pasos del Bellas Artes, antes de su esperada clase magistral.

¿Qué implica para ti esta gran reunión latinoamericana?

“Creo que esta mirada política de concebirnos o sentirnos como un bloque –el Mercosur más países andinos–, es importante para la cultura y las industrias culturales: poder formar parte de un conglomerado, hacer fuerza y estar presentes en más mercados es clave”.

Sebastian Marín, del Centro de Innovación UC, señalaba en otro panel MICSUR la importancia de crear redes; que nos falta vincular la industria creativa al sector económico productivo, ¿qué crees?

“Ese es el déficit que tiene América Latina. Tiene un sector industrial un poco anquilosado y no se da cuenta cómo depende de tener un ecosistema fructífero, creativo y dinámico. 

Por ejemplo, la industria del conocimiento necesita una industria creativa consolidada, dinámica, porque es de las que más está creciendo en la actualidad. Mercado Libre, Rappi, todas las plataformas que están surgiendo en América Latina de forma tan contundente están apalancadas también en el mundo del diseño. Y el impulso de estos espacios comunes (MICSUR) son claves, pero además falta generar redes; tiene que haber una estructura, un diálogo permanente y ejercicios específicos de colaboración”.

Laura Novik, especialista en diseño futuro y de tendencias, comenzó estudiando arquitectura en la Universidad de Buenos Aires y luego migró hacia el mundo de la moda, sostenibilidad y gestión. Ha desarrollado su trayectoria en Colombia, Chile, Argentina y Estados Unidos entre otros países, desde las asesorías con Blink Design, los programas académicos o proyectos como Raíz Diseño.

En Latinoamérica, cortos de recursos y, por lo mismo, amplios en ingenio, surgieron respuestas muy interesantes las décadas pasadas desde los estudios de diseño. ¿Cómo ves esto hoy, qué está pasando?

“Es un gran tema. Tuvimos un gran momento de auge del diseño de producto a principios del nuevo milenio, la presencia en ferias internacionales de toda América Latina, pero en este momento el diseño de experiencia (UX) creado en América Latina, los hubs de video juegos, Rosario y Chile, es lo que está movilizando la economía creativa. 

Tiene un potencial, en términos de producto global, muy superior al de diseño de producto. Si antes los diseñadores de interiores tenían que pensar cómo iba a ser el lugar para hacer tus trámites en el banco, hoy es la interfaz del celular, la velocidad con que te comunicas. Ahí hay color, movimiento, acción, sonido, diseño y sin embargo no se está mostrando”.  

“Hoy en día el diseño y todas las disciplina son súper híbridas y tienes diseñadores que trabajan con biólogos y expertos en digitalización”. Foto: Taller de diseño de futuros en la Universidad de San Andrés, Argentina.

Futuros soñables para todos

Laura Novik no se corta el pelo desde la época de la pandemia, nos cuenta orgullosa, cuidando que su larga trenza aún húmeda por la ducha no le moje el vestido para nuestra sesión de fotos. Es que el vestido no es un trapito cualquiera, sino un “vestido/constitución” ideado por la diseñadora chilena Juana Díaz (@telas_del_futuro). Una declaración de principios hecha tela, que nos muestra alegre, enseñándonos su artículo 8 por delante, el 1 por detrás y para rematar, un buen parche de “Aprueba” al llegar a las piernas. Vestida para soñar podría titularse, porque de eso se trata todo… 

“Me visto con esta constitución que no fue –y no importa que no fue–, porque nos plantea un futuro utópico de hacia dónde ir caminando. Eso es lo que da el diseño también. La constitución (primera propuesta de 2022) nos marcó un norte a toda América Latina. Son sueños y para eso sirve el diseño, siempre ha sido un gran productor de sueños, apoyado en objetos, en ropa, en accesorios, en entornos, pero también en leyes e interfaces”, reflexiona.

Cuéntanos un poco más

“Hoy, América Latina y el tercer mundo, a mí entender, tienen mucho más potencial, porque las problemáticas del mundo, la crisis ambiental, social, económica, son los países emergentes los que las padecen. Es un terreno muy fértil y el tema es enfrentar esos problemas como lo sabe hacer el diseño: partiendo de narrativas increíbles, inspiradoras, que nos inviten a compartir sueños comunes, otros mundos posibles. No es la distopía la que nos tiene que ganar. Ese es el gran desafío en este momento. La construcción de estas narrativas utópicas es el gran tema para mí”.

¿Es de lo que hablas en MICSUR, del diseño futuro?

“Qué significa el diseño de experiencia (UX), de interfaces (UI) son los temas que voy a hablar y están anclados en la cultura del proyecto, parada en el futuro. Hay futuros posibles, plausibles y el famoso futuro preferible. ¿Preferible para quién? Esas son buenas preguntas que tiene el diseño que hacerse. ¿Para las corporaciones? ¿Para los poderosos? ¿Para las comunidades emergentes? ¿La gran mayoría de la población? Estos son espacios para instalar diálogos necesarios, de eso se trata”.

Marcelo Rosenbaum con A gente transforma, el proyecto Amazonas Sustentable en el que el equipo de A gente transforma se sumerge junto a la comunidad a orillas del Río Negro, para identificar y rescatar sus saberes ancestrales.

¿Dónde ves que se están generando proyectos interesantes en Latinoamérica?

“Colombia y Chile están en este vínculo de diseño con la biología. En la Universidad de San Andrés de Argentina están estudiando cómo utilizar el futuro como un material maleable para manejarlo de forma más consciente filosóficamente hablando. En la Universidad de Los Andes, en Colombia, está el trabajo increíble del laboratorio de diseño y biología, que está liderado por una bióloga y donde están trabajando con biomateriales. En Chile, en el Centro de Investigación de la Escuela de Diseño de la Católica, Pablo Hermansen desarrolló una investigación de diseño para la coexistencia, considerando no solo usuarios humanos sino también otras especies. En México, el Tecnológico de Monterrey está trabajando con el diseño de futuros. Todos estos son hubs muy interesantes. 

La carrera de Oficios Creativos de la Universidad Católica de Temuco vincula el diseño al saber del oficio ancestral de la zona.

Y en cuanto a la artesanía, que son las raíces de nuestros pueblos, Brasil tiene un ejercicio maravilloso del sector artesano. Ahí está Heloisa Crocco, con el laboratorio Piracema de Design; Marcelo Rosenbaum con A Gente Transforma. En Chile, la Universidad Católica de Temuco tiene una nueva carrera vinculada con el oficio, eso es pensar descentralizadamente. 

Entonces estas propuestas de América Latina, el diseño conectado con la ancestralidad, con las comunidades, están diciendo mucho, solo que quizás no sea lo que más se muestra, pero son narrativas riquísimas que nos permiten imaginar futuros posibles”.