Cada año, Architectural Digest publica una de sus listas más influyentes: los AD100, un reconocimiento que reúne a los estudios de arquitectura, interiorismo y diseño cuyo trabajo está marcando el presente y el futuro de la disciplina. Lo que comenzó en 1990 como un listado anual en la edición estadounidense se ha convertido en un termómetro global de creatividad, innovación y excelencia.
A diferencia de un ranking tradicional, los AD100 no ordenan ni califican a los seleccionados: no hay primeros lugares ni puntajes. La lista funciona como una constelación curada de talento, una selección sin jerarquías de los nombres que están expandiendo los límites del diseño contemporáneo. Estar en AD100 significa formar parte de una comunidad donde conviven estudios consolidados, nuevas voces, talentos emergentes y proyectos que están redefiniendo las narrativas del territorio.
Su edición latinoamericana nació en 2021 para visibilizar una escena que ya venía mostrando fuerza propia: arquitectos que trabajan con identidad local y sostenibilidad, interioristas que mezclan tradición y vanguardia, diseñadores que dialogan con el territorio y la artesanía. Desde México hasta Perú, pasando por Brasil, Colombia y Argentina, la lista destaca prácticas que han logrado resonancia internacional sin perder anclaje cultural.
Este año, son siete los estudios chilenos que fueron destacados en el ranking: Cecilia Puga Arquitectos, Croxatto & Opazo Arquitectos, DRAA del Río Arquitectos Asociados, Gonzalo Mardones, Grupo Hebra, Gubbins + Polidura e Iván Bravo. Cinco de estos estudios nos contaron qué representa ser destacado por Architectural Digest en los AD100.
CROXATTO & OPAZO ARQUITECTOS
Casa La Negrilla. Foto: Cristóbal Palma.
«Estamos agradecidos y felices de ser nuevamente parte de AD100 Architectural Digest México y Latinoamérica 2026. Nos llena de orgullo integrar una selección que reúne a oficinas que han marcado el diseño en América Latina y, al mismo tiempo, nos recuerda lo que este camino ha significado para nosotros. Nos impulsa a seguir explorando, aprendiendo y enfrentando cada encargo con la misma curiosidad y energía que nos ha acompañado desde un comienzo».
DRAA DEL RÍO ARQUITECTOS ASOCIADOS
Museo MUMO, Puerto Octay. Foto: Marcos Zegers.
Para el estudio, resulta especialmente significativo que la curatoría se realice desde México, pues pone el foco en la obra más que en la firma. Como explican, «lo destacado no fue nuestra oficina, sino nuestras obras, ya que es un medio cultural y social del que no participamos. Si nuestras últimas obras lograron llamar la atención y expresar un quehacer local propio, es algo que nos interesa y confirma para continuar».
GONZALO MARDONES ARQUITECTOS
Edificio Centenario, Santiago. Foto: Pablo Casals Aguirre.
«Recibir nuevamente este reconocimiento de la prestigiosa AD 100 es para nosotros un inmenso honor. Agradecemos también a esta profesión maravillosa, la arquitectura, que tiene como tarea principal intentar lograr el placer del espacio para despertar los sentidos del hombre, la mujer, del anciano y del niño de forma de lograr conmoverlos y hacerlos más felices.»
GRUPO HEBRA
Foto: Marcos Zegers
«El reciente hito de formar parte de AD100 nos llena de orgullo y confirma que avanzamos en la dirección correcta, reafirmando nuestra motivación en crear una arquitectura profundamente vinculada al territorio que habitamos, uno de los más australes del mundo.»
IVÁN BRAVO
Foto: Marcos Zegers
«Para nosotros es un honor formar parte de este listado que cada año reconoce a personas y estudios cuyo trabajo admiramos. Estamos muy agradecidos con Architectural Digest por el privilegio de ser incluidos en este grupo».
La importancia de la lista AD100 va más allá del reconocimiento: para muchos estudios, aparecer en ella implica validación crítica, visibilidad ante clientes globales y una plataforma que amplifica su trabajo en un ecosistema competitivo. AD lo describe como «la oportunidad anual de honrar a los talentos influyentes cuyo trabajo empuja los límites del diseño contemporáneo», y eso es justamente lo que la edición latinoamericana ha logrado: consolidar un espacio donde la región no solo participa, sino que lidera.
Hoy, AD100 México y Latinoamérica es una radiografía del diseño que se está pensando y construyendo desde el sur global. Un reconocimiento que no solo celebra proyectos, sino también maneras de mirar, interpretar y habitar el mundo.
