Cuando Andy Dixon, artista visual, y Liz Kim, tatuadora, compraron una casa de estilo español de 1926 en el barrio Silver Lake de Los Ángeles, sabían que no iba a ser un proyecto fácil. La vivienda había sido dividida en dos departamentos por los dueños anteriores, lo que para ellos no solo complicaba la circulación, sino que también le quitaba personalidad. La pareja, con una visión clara, quería transformarla en una sola vivienda, moderna y marcada por su propio estilo. Para lograrlo, decidieron trabajar con Another Human, un estudio de diseño dirigido por Leah Ring, que se especializa en crear espacios únicos, cargados de historia y carácter.


La renovación fue total: Another Human no solo reformó el plano de la casa, sino que también apostó por un diseño que fusionara lo antiguo con lo contemporáneo. Trabajando en conjunto con Level & Square Construction, comenzaron a transformar lo que antes era un espacio compartimentado en una casa abierta, luminosa y fluida. La planta superior, que antes era un área de dos habitaciones, pasó a ser el corazón del hogar: una gran sala de estar con una cocina y baño ampliados, que se conectan directamente con el exterior, creando una sensación de amplitud y aire libre.
En la planta baja, el antiguo piso de tres habitaciones se convirtió en un espacioso dormitorio principal, con un baño que invita a la relajación. Pero no fue solo una reforma estructural. Dixon, conocido por sus vibrantes colores en sus obras, quiso que su casa reflejara esa misma energía. Junto a Another Human, seleccionaron una paleta de colores vivos que se hicieron presentes en toda la casa, desde el verde de la baranda de la escalera, hasta el violeta de las paredes del baño de visitas y el rosado de los pisos en la planta baja.


La cocina, por ejemplo, está inspirada en las tradicionales cocinas italianas, pero con un giro único. Los azulejos pintados a mano dan ese toque clásico, mientras que también incluye detalles modernos, como los estantes de acero inoxidable. Una lámpara amarilla sobre la isla y los apliques en el comedor aportan una mezcla de modernidad con la calidez en el espacio.


Cada rincón de la casa tiene algo especial, logrando como resultado una casa que no solo es funcional, sino que también es una fiel reflejo de la personalidad y creatividad de sus dueños.