Entre la experimentación digital y la observación atenta de los entornos naturales, Martín Jiménez, de 25 años, ha ido trazando un camino único que transita entre el arte, el diseño y la tecnología. Ingeniero en Diseño e Ingeniería Comercial, hoy cursa un postgrado en Innovación y Diseño, pero su verdadera escuela ha sido la curiosidad: esa que lo llevó a pedirle a su madre compartir la compra de una impresora 3D básica, con la que comenzó a materializar los primeros cuadros y esculturas que llamaron la atención de familiares y amigos.
Lo que comenzó como un juego se convirtió en una práctica en constante evolución, donde la impresión 3D y las herramientas de diseño paramétrico se ponen al servicio de una mirada profundamente conectada con la naturaleza. “Siempre he estado muy ligado a cómo la naturaleza se comunica materialmente, a los patrones de crecimiento, al movimiento del agua o del viento”, cuenta. Ese trasfondo se traduce en obras que exploran y codifican esos procesos para transformarlos en piezas tangibles.
En su taller, llamado El León, conviven prototipos, maquetas, esculturas y muebles como mesas y sillas. Es un espacio de experimentación donde el error también tiene valor, porque cada prueba abre nuevas posibilidades de diseño. “Aquí hay una mezcla entre tecnología, manualidades, ingeniería y buena onda”, dice Martín, quien invita a conocer el lugar como parte de un proceso creativo abierto.
Su producción es diversa y en movimiento: desde cuadros y esculturas hasta objetos utilitarios que reflejan el cruce entre geometría, exploración digital y sensibilidad artística. Cada obra nace de un ciclo que combina investigación, dibujo, modelado y fabricación, hasta llegar a piezas que, más allá de su estética, transmiten un eco de los ritmos y patrones que gobiernan la naturaleza.
Con una visión de crecimiento a futuro, Martín busca proyectos de mayor escala, como la aplicación del diseño paramétrico en disciplinas como la arquitectura, el diseño de espacios y la ingeniería. “Nunca voy a dejar de crear, me gusta hacer cosas y todo lo que conlleva: investigar, dibujar, prototipar, aprender, mejorar, disfrutar y finalmente compartir mi trabajo. Todo este proceso es algo que me llena y puedo hacer todos los días de mi vida”, afirma.
Puedes seguir su trabajo en Instagram, @martinjimenezzworks
