Una ciudad en constante desarrollo y crecimiento que ha experimentado un auge impresionante en los últimos años. Kuala Lumpur ha pasado de ser un lugar más en el mundo a una de las ciudades más visitadas, en donde conviven de forma armoniosa tradiciones asiáticas, chinas, islámicas y malaya, rascacielos impresionantes y barrios coloniales y tradicionales, así como una gastronomía moderna y tradicional al mismo tiempo. Por ello y mucho más, Kuala Lumpur se ha ganado el título de ciudad de contrastes.
TORRES PETRONAS, VISITA OBLIGADA
Imposible empezar a hablar de Kuala Lumpur sin mencionar las famosas Torres Petronas, la primera parada de todo viajero y que no decepcionan al ver en directo, todo lo contrario. Para nada uno espera encontrarse a semejantes torres con esa altura al estar pegadas al centro comercial KLCC con más de 300 tiendas insignia, por lo que se pueden hacer compras y contemplar el edificio por excelencia de la ciudad y de todo Malasia en el mismo lugar. De estilo islámico y diseñadas por el arquitecto argentino César Pelli, son dos torres de hormigón idénticas unidas por un puente. Durante el 1998 y el 2003 fueron el edificio más alto del mundo pero Taipei 101 en Taiwán las superó en 2003. A pesar de ello siguen manteniendo su popularidad y es imposible irse de la ciudad sin antes visitarlas y tomarse la típica foto intentando sujetarlas desde arriba.
COMER PERO NO OLER
Si en el hotel donde te alojas te hacen firmar un papel conforme se pagará una multa en caso de guardar un durian en la habitación no es una broma, es una realidad. Una fruta tropical muy popular en la ciudad, en especial cuando es la temporada, famosa por ser dulce y deliciosa pero al mismo tiempo de un olor intenso muy desagradable y difícil de eliminar. De aquí que algunos hoteles han establecido esta prohibición, porque el trabajo que les supone después conseguir quitar ese mal olor es tanto que ya no quieren arriesgarse. De hecho, se ha ganado el apodo de ser la fruta más apestosa del mundo.
BUTIK BINTANG
Los días en Kuala Lumpur son frenéticos pero las noches aún más. Existen muchos barrios en la ciudad con una infinidad de puestos de comida callejera que se convierten en el mejor lugar para ir a cenar todas las noches, tanto por parte de locales como de visitantes. Uno de los más emblemáticos es sin lugar a dudas Butik Bintang, y en particular, la calle Jalan Alor. Esta zona es clásica para tomarse fotos en sus paredes llenas de grafitis de colores y subirla en las redes sociales presumiendo de destino.
BATU CAVES
Ir a Kuala Lumpur y no visitar las Batu Caves es como ir a la playa y no bañarse. El lugar de culto del hinduismo en toda Malasia se encuentra ubicado a unos 30 minutos en coche del centro de la metrópolis y resulta ser uno de los santuarios hindúes más populares en las afueras de India. Más que hablar de templo son cuevas naturales cargadas de misticismo y que van dedicadas a diferentes dioses hindúes. ¿El motivo de su nombre? Poco original: su cercanía con el río Batu.
HABLEMOS DE GASTRONOMÍA
El Nasi Lemak es el plato más típico de Kuala Lumpur, o más bien de Malasia en general. Arroz cocido en leche de coco acompañado de trozos de pepino, anchoas fritas, pasta picante, cacahuete y un huevo frito. En algunos casos también se puede acompañar de pollo o pescado. Una receta que a simple vista no es muy apetecible pero que resulta ser de lo más deliciosa.
Le siguen la Laska, una sopa de noodles que pueden ser fideos cocidos en leche de coco o cocidos en sopa de pescado y tamarindo. Y no podemos olvidar el Char Kway Teow: noodles de arroz planos salteados con camarones, huevo y brotes de soja. Una mezcla de sabores dulces, salados y picantes.
UN PARAÍSO PARA LAS COMPRAS
El lugar de compras en el sudeste asiático. Otra de las definiciones que encajan con Kuala Lumpur. Imposible no darse cuenta en una visita por la ciudad de la adicción que la mayoría de sus habitantes (y en consecuencia los visitantes) tienen a las compras. Desde puestos callejeros con todo tipo de falsificaciones, hasta los centros comerciales más novedosos y lujosos donde no falta tienda cara alguna. Es una ciudad hecha por y para consumir.
DÓNDE ALOJARSE
Un hotel que no pasa desapercibido en la ciudad es sin lugar a dudas Banyan Tree Kuala Lumpur. Ubicado en los pisos más altos en una de las torres más relucientes e imponentes, cuenta con unas vistas espectaculares de los dos monumentos más emblemáticos: las Torres Petronas y la la Torre KL. Despertarse en sus habitaciones es como hacerlo en el paraíso y da la sensación de estar flotando encima de la gente. Y tanto es así que mientras la ciudad bulle fuera de sus ventanas, el hotel se siente increíblemente tranquilo con pasillos elegantes, aromas relajantes, un suntuoso spa y una piscina para sobrevivir al calor. Sin olvidar su oferta gastronómica ubicada en el último piso: desayunar y cenar bajo las estrellas y con las luces de Kuala Lumpur como telón de fondo.
TRES TIPS FINALES
(1) Aunque es originario de Taiwán, el bubble tea se ha convertido en todo un suceso en Kuala Lumpur. Una base de té mezclada con leche de cualquier tipo y como toque final, bolitas de tapioca o gelatina endulzadas con algún edulcorante. De manera que cuando uno va bebiendo su té al mismo tiempo va comiendo las bolitas que van subiendo por la enorme bombilla. ¡Divertido, instagrammeable y refrescante!
(2) Go KL City Bus son la red de autobuses que funcionan de manera gratuita en Kuala Lumpur. Sí, sí… ¡sin coste! Una forma para moverse muy práctica, ya que existen varios que conectan diferentes puntos de la ciudad (línea verde, azul, púrpura y roja). Son frecuentes y además están equipados con aire acondicionado y wifi. ¿Qué más se puede pedir?
(3) Las temperaturas elevadas son prácticamente la realidad durante todo el año en Kuala Lumpur y una de las formas de combatirlas (o pasarlas más literalmente) es transitar por sus skywalks. Largas pasarelas que conectan edificios, centros comerciales, puntos turísticos y similares equipados con aire acondicionado. Como si se tratara de una ciudad futurista.
