La ciudad que se mantiene activa las 24 horas del día los 365 días del año. Así es como todos los habitantes de una de las ciudades más importantes de Brasil la describen. Sâo Paulo no duerme, permanece siempre despierta y con una oferta que engloba a los amantes del arte, la cultura, la gastronomía, el cine, la arquitectura, la moda, el deporte y muchísimo más. No es de extrañar que sea la metrópoli más poblada del país, con más de 12 millones de habitantes, así como el centro financiero. Te contamos qué hacer durante una visita en la ciudad para que te quedes con un buen sabor de boca y ganas de volver pronto.
Llegada y Alojamiento
Sâo Paulo cuenta con dos aeropuertos principales: el de São Paulo/Guarulhos -Governador André Franco Montoro (GRU), el más grande y el principal del estado, ubicado en la ciudad de Guarulhos, a unos 25 kilómetros al norte del centro de la ciudad. Y el de Congonhas – São Paulo (CGH), ubicado más cerca del centro de São Paulo, aproximadamente a 8 kilómetros al sur de la ciudad y es el aeropuerto para vuelos nacionales y domésticos, aunque tiene una capacidad limitada para vuelos internacionales. A ellos se le agregan otros de secundarios como el Aeródromo Campo de Marte (SDAM), que es más pequeño y se utiliza principalmente para vuelos privados y aviación general.
La ciudad cuenta con hospedajes para todo tipo de gustos y necesidades. Desde hoteles boutique repletos de encanto a otros más grandes. Y recientemente ha aterrizado uno de nuevo y con una propuesta de diseño elegante, moderna y rústica al mismo tiempo. Hablamos de Pulso Hotel Faria Lima. Un edificio donde conviven en armonía arte, diseño, cultura y gastronomía para revolucionar aún más la ciudad que nunca duerme. Con 52 apartamentos de lujo y 5 suites, cada una de ellas ha sido diseñada meticulosamente para ofrecer una combinación de sofisticación y confort, conectando a los huéspedes con la esencia de la ciudad. Todo obra del arquitecto e interiorista brasileño Arthur Casas.
Puntos clave a visitar
Las magnitudes de la ciudad de Sâo Paulo son tales que es imposible visitarla entera nunca, además porque está en constante cambio y renovación. Pero si existen unas visitas obligatorias cuando es la primera vez (o cuando vuelves después de mucho tiempo). Y la primera es sin lugar a dudas la Avenida Paulista. Es el corazón de la ciudad y uno de los puntos más icónicos, además de ser un centro financiero y el lugar donde se encuentran varios museos, centros culturales, teatros, y una gran oferta de restaurantes y tiendas.
Algunos lugares destacados en la Avenida Paulista son el MASP (Museu de Arte de São Paulo), uno de los museos más importantes de Brasil, con una impresionante colección de arte europeo, brasileño y moderno. El Centro Cultural FIESP, que ofrece exposiciones de arte y eventos culturales de alta calidad, además de una interesante programación de actividades gratuitas y también el Conjunto Nacional, un centro comercial que también alberga librerías, cafeterías y oficinas.
El segundo punto esencial es el Mercado Municipal, un lugar imprescindible para los amantes de la gastronomía. El mercado es famoso por su gran variedad de alimentos, como frutas exóticas (una diversidad alucinante), embutidos, pescados y los tradicionales «sandwiches de mortadela» y el pastel de bacalao. Atención: es vital llegar e irse con Uber o similar porque sus alrededores son bastante inseguros.
Para los Amantes del arte y el diseño
Para los que adoran el arte y el diseño por encima de todo, el barrio de Vila Madalena y Pinheiros deben estar en la lista de must go. Vila Madalena es un distrito bohemio y artístico que se caracteriza por sus bares, galerías de arte, y murales de arte urbano. El Beco do Batman es una calle famosa por su increíble arte de graffiti, ideal para explorar a pie. Y a pocos pasos del barrio se encuentra el siguiente, Pinheiros, una de las áreas más dinámicas y vibrantes de la ciudad, con una mezcla de actividades comerciales, residenciales y culturales. Son muchos los bares, restaurantes, cafés y tiendas de moda que hay en la zona así como galerías de arte, centros culturales y murales. Sin olvidar la vida nocturna que hay en ambos distritos.
La Pinacoteca do Estado es otro punto de interés para los amantes del arte. Uno de los museos más importantes de arte brasileño, con una impresionante colección de arte clásico, moderno y contemporáneo. Además, está rodeada por un hermoso jardín donde es ideal pasear y disfrutar del buen tiempo que casi todo el año hace en la ciudad. Finalmente, el Edificio Copan es otra visita importante. Este es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, diseñado por el famoso arquitecto Oscar Niemeyer. Aunque es un edificio residencial, se puede disfrutar de una visita a su terraza, que ofrece una vista panorámica impresionantes.
Vida urbana pero también natura
Sâo Paulo también cuenta con enormes parques donde ir a practicar deporte, meditar, leer, hacer picnics y mucho más. Uno de los más grandes e importantes es el Parque Ibirapuera, ubicado en el centro de la ciudad y con un área de aproximadamente 1.600.000 metros cuadrados (160 hectáreas). Fue inaugurado en 1954, con motivo del 400 aniversario de la ciudad de São Paulo. Un parque multifuncional que sirve tanto de área de recreo y esparcimiento para los habitantes, como de un centro cultural, ya que alberga varios museos, teatros, auditorios y otras instalaciones culturales. Entre ellas, la más destacada es el Museo de Arte Moderno de São Paulo (MAM), uno de los museos más importantes de Brasil, con una impresionante colección de arte moderno. Otro es el Pabellón de la Bienal, un edificio emblemático diseñado por los arquitectos Oscar Niemeyer y Hélio Uchoa, que alberga la famosa Bienal Internacional de Arte de São Paulo.
El Parque do Povo es otro pulmón verde de la metrópoli. Un parque urbano ubicado en el barrio de Vila Progredior, en la zona norte de la ciudad, que ofrece a los residentes y visitantes un lugar para disfrutar de la naturaleza, hacer ejercicio y relajarse. El parque cuenta con amplias zonas de jardines y caminos para pasear o correr, lo que lo convierte en un espacio ideal para actividades recreativas, así como canchas de tenis, fútbol y otros deportes.
Hablemos de gastronomía
La gastronomía de Sâo Paulo combina influencias de las culturas indígenas, portuguesas, africanas, italianas, japonesas y de otros grupos inmigrantes al ser una de las ciudades más grandes y cosmopolitas de Brasil. Entre ellos destacan la “feijoada”, un guiso de frijoles negros con carne muy típico de la metrópoli y el país en general. Así como las pizzas, que tienen fama de ser incluso más buenas que las de Italia. Y por supuesto, el Pâo de Queijo, un delicioso panecillo pequeño y esponjoso, hecho principalmente de harina de yuca (o almidón de mandioca), lo que le da una textura diferente a la de otros panes tradicionales. La receta suele incluir también queso rallado, huevo, leche y aceite o mantequilla. En otras palabras, un bocadillo sabroso y con un sabor característico a queso.
Pero la ciudad también cuenta con cafeterías y restaurantes exquisitos que no defraudan a ningún paladar. CORA es uno de ellos. Escondido en la azotea de un céntrico y antiguo edificio y con un nombre inspirado en la poetista Cora Coralina, el restaurante ofrece platos pensados para compartir y diseñados sin pretensiones pero con todo el sabor del mundo. Trabajan con productos de estacionalidad creando recetas sabrosas, sencillas a la par que originales. ¿El maestro detrás de ello? El chef Pablo Inca.
Para los que antes de adentrarse a la cena prefieren tomar un buen vino, Beverino es su lugar por excelencia. Un pequeño garaje transformado en un parisino bar de vinos naturales procedentes de todo el mundo y que son marinados con un menú que va cambiando cada semana. Platos sencillos, que acompañan a las bebidas que son las auténticas protagonistas.
Café da manhâ
El desayuno (café da manhã en brasileño), es también muy importante en la cultura. Un café y un Pâo de Queijo es lo que hacen muchos y hay varias cafeterías donde degustarlos exquisitos, además de muchos platos más que cuentan en sus menús. Café Habitual es uno de los más emblemáticos. Con dos locales en la ciudad, uno en el barrio de Jardins y otro en Pinheiros, esta cafetería es considerada como el lugar por excelencia donde desayunar, tomar brunch o comer en Sâo Paulo. Platos creativos y un café de especialidad exquisito que proviene de las fincas cafeteras que la familia de uno de los dueños tiene en el estado de Minas Gerais, también en Brasil.
Emporio Frutaria es otro de los lugares por excelencia y en especial, destaca por otro producto muy famoso en el país: el açaí. Una fruta originaria de la región amazónica de Brasil, proveniente de una palmera llamada Euterpe oleracea, pequeña y de color morado oscuro con un sabor que se describe como una mezcla entre frutos rojos, como moras y arándanos, y chocolate amargo, con un toque de tierra. Actualmente los smoothies de açaí son famosos en todo el mundo y en Emporio Frutaria lo preparan de altísima calidad y con todos los toppings que uno quiera agregarle.
Finalmente, pero no menos importante (en especial para todo amante del diseño), Dôis Tropicos es también una visita obligada. El proyecto de Fernando y Carol, una pareja que unió sus pasiones -él apasionado del arte y ella de la gastronomía y de la medicina ayurvédica- en un local que empieza siendo galería de arte y salón de yoga y termina en un maravilloso jardín donde se sirve comida exquisita. Su bolo de banana con cobertura de ganache de chocolate y su pão de queijo vegano a base de champiñón son auténticas maravillas, además del café de especialidad. MNMA Studio han sido los encargados de diseñar todo el espacio donde los ladrillos predominan en todos los rincones.
Una ciudad de contrastes, con barrios de lujo, áreas más humildes y periféricas; zonas con rascacielos impresionantes y grandes avenidas, arquitectura espectacular, edificios de todos los tamaños, arte, gastronomía, deporte, natura y mucho más. Sâo Paulo es vibrante, cálida e impactante.