El legado de la Bauhaus

Estudiantes de moda, diseño o pintura que rompieron esquemas en vez de adaptarse a ellos. Ese fue uno de los legados de la mítica escuela Bauhaus, primero asentada en Weimar y luego en Desaau, hace cerca de 100 años. El museo Vitra Design en Alemania abrió una muestra sobre la famosa escuela y el diario español El País recordó sus míticos años.

Marcel Breuer, que terminaría firmando el Museo Whitney de Nueva York, o Marianne Brandt, que siendo mujer desafió tantas convenciones con sus diseños como con el papel que ocupó en el mundo de la creación, fueron solo algunos de los más recordados estudiantes de la Bauhaus. ¿Los profesores? Nada menos que Paul Klee, Wassily Kandinsky o Josef Albers.

El momento en que la escuela abrió sus puertas no fue fácil, era el periodo de entreguerras. Sin embargo, hay quienes creen que tiene paralelismos con el tiempo actual. El antiguo viaje de la artesanía a la industria ha sido sustituido por una sociedad analógica que cede terreno a un mundo digital.

A poco de que cumpla 100 años este «laboratorio que mezcló artes aplicadas y arte, industria y artesanía, tradición y vanguardia, y cultura con propaganda política, aquella iniciativa resucita como modelo para la enseñanza y la creación».

El director creativo de Hugo Boss, Jason Wu, se ha inspirado en el legado de esta escuela para diseñar su última colección. Además, la firma ha copatrocinado una muestra organizada por el Museo Vitra Design de Weil am Rhein y el Bundeskunsthalle de Bon. De Norman Foster a Karim Rashid, un notable elenco de creadores contemporáneos juzgan hoy la Bauhaus.

Los modelos fueron varios y puede que en su casa tenga una silla diseñada en Bauhaus sin saberlo. Tal vez las mesas de apoyo de su living sean uno de los tantos plagios de las empresas del mundo a las ideas de Breuer.

Un importante número de íconos, cuyas réplicas y copias han terminado por convertirse en sinónimo de mobiliario sobrio y hermético de las oficinas. Sin embargo, su legado es más una actitud que esos íconos, más la experimentación quelas propias telas que Anni Albers dibujaba en los años 20.

«Lo que ocurre con la estética de la Bauhaus es queno tiene fecha de caducidad. Es eterna», dice Jason Wu, que ha querido retomar por igual la sinergia entre disciplinas y la cultura de la funcionalidad que caracterizaron la escuela en su última colección para Hugo Boss.

The Bauhaus #itsalldesign puede verse en el Vitra Design Museum de Weil am Rhein hasta el 28 de febrero de 2016.