Con una estética industrial tipo loft del Soho, el Margó tiene una propuesta clara en su decoración y una carta acotada que busca sorprender por su sencillez y buena ejecución. Detrás de este nuevo proyecto en La Dehesa, un aporte en un barrio en donde escasean los restoranes y cafés, están las hermanas Elisa y María Jesús Gutiérrez –esta última la chef del Cilantro–, quienes vuelven a proponer una selección de platos fríos y livianos. En su carta incluyen ensaladas, sandwiches, quínoa, cous cous y seis platos calientes entre los que destacan el parpadell con picante de camarones y el atún con risotto, el más pedido.
El arquitecto Martín Lira y las decoradoras Consuelo y Macarena Pérez se encargaron del interiorismo. En un gran espacio de doble altura ambientaron el restorán con ductos a la vista pintados de negro, una cocina abierta detrás de una barra de mármol, mucha madera, un bar tipo cava de vino y bancas de cuero. Cuenta con dos terrazas, una abierta que da hacia una plaza en una zona residencial, y otra cubierta, ideal para esta época.
Aparte de su comida y decoración, vale la pena enumerar las gracias que tiene este lugar: primero está abierto de corrido, de 8 am a 1 am y sirven desayunos, almuerzos, té y comida. Tiene una sección de repostería con postres y tortas impresionantes que uno puede mandar a hacer. El sector emporio cuenta con finos productos gourmet, como chutney y patés, y también funciona como florería. Además, pensado como un lugar familiar, los fines de semana tienen un menú de niños. El Margó, más que un restorán, es una completa propuesta que vale la pena conocer.