Aires de primavera

Editorial

“Vogue declara la guerra a las blogueras”, tituló el diario español El País, durante la última Semana de la Moda de Milán. “Parece que todo se trata de publicar, luciendo ridículas, posando, revisando sus comentarios en las redes sociales… Están anunciando la muerte de la moda”, escribieron cuatro influyentes periodistas de la editorial… No dejan de tener razón. Instagram le ha robado el misterio a todo lo imaginable. Es una de las herramientas tecnológicas más poderosas e influyentes del último tiempo, perfecta para mantenerse conectado y dar a conocer nuevos proyectos. Puede ser un álbum de vida o un portafolio de trabajo, pero como con todos los excesos, caer en el ridículo es muy fácil… Gente que no conversa en los restoranes porque está mucho más preocupada de postear la comida; en los conciertos son muchos más los que ven el show a través de sus teléfonos que en vivo, y así, suma y sigue… Creo que hay un hilo muy delgado entre publicar fotos por entretención o por trabajo, y vivir para Instagram. Esa ansiedad por mostrarlo todo, cómo te vestiste, dónde fuiste, qué café tomaste, qué te compraste (me ha tocado ver selfies en el probador comentando lo que sí se van a quedar), y para qué decir la foto en los eventos y los miles de hashtags… Muchos sociólogos coinciden en que más que narcisismo, este fenómeno responde a un enorme vacío, porque finalmente ¿para quién estás haciendo las cosas? Muchas veces es una forma de validarse y construirse una identidad…

También pasa por un tema de seguridad. Luego de su asalto en París, Kim Kardashian, uno de los mayores referentes de Instagram, con más de 86 millones de seguidores, nunca más publicó una foto… Y ni su vida ni la de sus seguidores cambió, recordándonos que tampoco es imprescindible estar en las redes sociales.

Pero también tiene muchos lados buenos. Instagram es la mejor vitrina, hay millones de cuentas que ayudan a mantenerse al día, como sería imposible estarlo, se pueden seguir todas las ferias, de Milán, del Mueble, Maison & Objet, la Bienal de Venecia, Art Basel, Design Junction, etc; el trabajo de artistas, arquitectos, decoradores, diseñadores, músicos, las más lindas tiendas, hoteles, restoranes, panoramas, destinos… En Chile hay quienes han creado cuentas realmente destacables y que han puesto a nuestro país en el mapa mundial, como @santiagoadicto, @enterreno,
@laderasur, @archdaily, entre muchísimas más.

No hay nada más completo para tener referencias, todas las necesarias, de casas, decoraciones, estilos, moda… Sirve para sacar ideas e inspirarse, y justamente lograr, con toda esta cantidad de información, encontrar una forma personal de hacer las cosas y que tenga un sentido propio.

Eso es lo que siempre buscamos también a través de nuestras páginas (y por supuesto de nuestras redes sociales), mostrar buenos ejemplos y distintos estilos de vida. En este número pensamos en los niños, y en cómo decorar sus piezas con gracia. También en casas que tuvieran el jardín completamente incorporado a
sus espacios.

Como revista tenemos nuestro Instagram, @revistaed, que no sólo permite acercarse a nuestras páginas, sino que también a todo el mundo ED… Parte importante de este mundo son las ferias que organizamos. Casa Foa fue todo un éxito, la visitaron más de 15 mil personas, quedó en claro el buen nivel de la decoración nacional, tuvimos buenos conversatorios y los más entretenidos Foa Nights con música en vivo… Y ahora nos preparamos para nuestro querido y ya legendario Bazar ED de verano, con más de 230 expositores seleccionados uno a uno y que podrá conocer en estas páginas. Desde el 23 al 27 de noviembre, como siempre en el Parque Bicentenario, con actividades para niños y adultos, el mejor panorama, hecho al más puro estilo ED. ¡No se la puede perder! … y puede seguir el paso a paso en @bazared.

Magdalena Bock, Directora.
magdalenabock@ed.cl