Editorial
Tiempo atrás era noticia cuando un chileno era destacado profesionalmente en el mundo; hoy lo sigue siendo, pero a diario… Si no es Daniela Vega, que por primera vez puso a Chile en la presentación de un Oscar, es Nicolás López, el director de cine que el año pasado estrenó en México Hazlo como hombre, la película más vista por ese país el 2017; y para qué decir Jackie (protagonizada por Natalie Portman) de Pablo Larraín, premiada en el Festival de Cine de Venecia… En ciencias, la ganadora del Premio Nacional y además la primera astrónoma chilena, María Teresa Ruíz, fue homenajeda por la Unesco por su trayectoria; el empresario Enrique Ostalé asumió la vicepresidencia ejecutiva para Reino Unido, América Latina y África de Walmart International; el físico Cesar Hidalgo, creó la plataforma Data Chile y se encuentra trabajando en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts); la chef Fernanda Fuentes fue la primera chilena en ganar una estrella Michelin por su restorán NUB, en Tenerife, España… Suma y sigue con nombres más conocidos, como el arquitecto Alejandro Aravena, la escritora Isabel Allende, el científico Pablo Valenzuela, el atleta Tomás González, la actriz Leonor Varela… Y eso que no hemos hablado de fútbol…
Este número de marzo, siempre enfocado a la vuelta al trabajo, quisimos dedicarlo a los chilenos que brillan mundialmente en arte, arquitectura, diseño y decoración. Cada uno de ellos es un referente, no sólo por su profesionalismo, sino que también por su estilo de vida, sus casas y su manera tan personal de hacer las cosas.
Sabemos hace mucho tiempo que Juan Pablo Molyneux ha hecho una trayectoria internacional, que vive entre Nueva York y París, y que sus clientes lo obligan a viajar permanentemente por distintas partes del planeta, Rusia, Dubai, Estados Unidos… Pero por primera vez mostramos el castillo del siglo XVII que compró el año 2012 en las afueras de la capital francesa y que restauró por completo con oficios artesanales. Pilar Molyneux, su mujer y con quien siempre han trabajados juntos, cuenta que llegó a conocerlo una noche de invierno muy fría, cuando sólo había habilitada una parte para alojar. Cuando amaneció, salió pensando en encontrarse con un château, pero miró a hacia un lado y vio una contrucción y al otro lo mismo… En total cinco edificios. Rápidamente volvió a encerrarse, aterrada con todo el trabajo que había que hacer para restaurarlo. Hoy el lugar impresiona, no sólo por su grandiosidad, sino que por una infinidad de detalles, trompe l’oeil hechos a mano que imitan mármol o madera, boiserie originales revestidos en terciopelo de seda; además de un parque de 13 hectáreas que es otro espectáculo en sí mismo. Ellos han estado detrás de todo, y es tanta la demanda de trabajo y los miles de viajes que deben hacer por sus clientes, que nunca han estado más de un fin de semana largo instalados en él…
En una de las islas más desconocidas de Croacia, el artista Francisco Bustamante construyó una casa de piedra, de líneas puras y colores neutros, donde encuentra el paralelo a la intensidad de su vida en Nueva York, donde vive hace unos años. Un lugar de cuento, perfecto para que él lo llene de arte.
El departamento en Barcelona de Jaime Beriestain es todo lo contrario, mucho color, cristal y cromo. Es uno de los diseñadores que ha hecho más hoteles cinco estrellas en Europa y el 2016 fue elegido el interiorista del año por Architectural Digest. Cuenta que hace 18 años, cuando aún vivía en Santiago, sacó todos sus ahorros del banco, viajó a Europa, tuvo una oportunidad y la tomó.
No se dedica a la decoración, pero sí al arte. La artista Paula Valenzuela vive junto a su linda familia en Piedmont, California, en una casa de 1907, que conserva toda la magia del pasado, con un estilo clásico moderno y la nueva historia que ella le ha ido imprimiendo. ¡Esperamos que esta edición sea tan inspiradora para empezar el año como lo fue para nosotros hacerla!
Magdalena Bock, Directora.
magdalenabock@ed.cl