Australia se ha consolidado como uno de los polos creativos más interesantes del diseño contemporáneo. Desde Melbourne hasta Sídney, una nueva generación de arquitectos e interioristas está reinterpretando la tradición modernista australiana con materiales honestos, narrativas sensibles y una profunda atención por la experiencia doméstica. Lejos de seguir modas globales, han sabido construir un lenguaje propio, representando una escena vibrante que combina el rigor arquitectónico con una libertad expresiva que confirma que el diseño australiano vive hoy su mejor momento.
Studio Ceravolo
Liderado por la arquitecta Rosanna Ceravolo, Studio Ceravolo erige un lenguaje que fusiona la disciplina arquitectónica, el interiorismo y el diseño de objetos con una sensibilidad casi ritual. Su obra se nutre de la herencia italiana de la diseñadora —recuerdos de su abuela en Calabria, de la luz, la piedra y las comidas al aire libre— para construir espacios que dialogan con la geografía, la textura y la escala humana.


En cada proyecto, Ceravolo busca esa «armonía contextual» donde los materiales —piedras, metales, textiles— se combinan en una paleta sutilmente contrastada, mientras la transición entre interior y exterior se convierte en parte de la experiencia doméstica. Así, sus casas se sienten como refugios contemporáneos que no olvidan la memoria del lugar, y cuya belleza han sido concebida con intención, detalle y calma.
Studio Doherty
Desde Melbourne, Studio Doherty imprime a sus diseños de interior una frescura ecléctica que abraza el color, la artesanía y la arquitectura como punto de partida. Su enfoque holístico —desde el plano hasta el mueble y la luz— se orienta a crear espacios que reflejan la identidad única de sus habitantes. En su manifiesto de diseño afirman que cada proyecto es «una colaboración entre nosotros y nuestros clientes», y que el resultado ideal es un interior que viva, respire y evolucione con quienes lo habitan.


Ya sea en casas o en proyectos comerciales, la firma apuesta por la claridad de la idea, el diálogo entre arquitectura y acabado, y una sensibilidad que sabe cuándo ser audaz y cuándo contenerse. El diseño, desde su visión, es una mezcla de precisión y pinceladas de irreverencia que devuelven al interiorismo su carácter vivaz y humano.
Flack Studio
Fundado por David Flack en Melbourne, Flack Studio se ha ganado un lugar destacado en la escena australiana por su aproximación experimental, su audaz exploración material y su absoluta convicción de que los interiores pueden —y deben— narrar historias. Sus espacios se elevan con texturas ricas, son dramáticos en su presencia y profundamente conectados con la vida que albergan: una fusión entre arquitectura, diseño de interiores, mobiliario y arte contemporáneo.
Desde antiguos talleres industriales transformados hasta residencias de alto perfil, el estudio se enfoca en proyectos que les representan desafíos, pero que nunca olvidan la funcionalidad.


Studio Prineas
Con una mirada que combina respeto por la historia y una sofisticada sensibilidad contemporánea, el trabajo de Studio Prineas, fundado por la arquitecta Eva-Marie Prineas, representa una de las voces más interesantes de la arquitectura australiana actual. Su sello está en la manera en que logra que lo antiguo y lo nuevo convivan en equilibrio: restaurando y ampliandon construcciones patrimoniales con volúmenes de líneas puras, materiales honestos y una atmósfera contenida que privilegia la luz, la escala humana y la conexión con el entorno.
En sus casas abundan el hormigón, la madera y los acabados naturales, combinados con detalles de calidez —tonos terrosos, mármoles suaves, mobiliario de diseño clásico— que aportan una elegancia más cercana al bienestar que al lujo. Su obra se inscribe en la tradición australiana de diseñar en sintonía con la naturaleza, pero con una mirada actual y refinada, entendiendo el carácter del lugar y traducirlo en arquitectura.







