Minimalismo cálido. Así define su estilo la interiorista Elisa López. Y la verdad, es que cada rincón y espacio que interviene transmite una sensación acogedora, logrando una estética bien cuidada que en ningún momento se siente sin alma.
Conversamos con ella para hacer un repaso de sus 15 años de carrera, de sus procesos, y de ese proyecto con el que sueña poder realizar.
¿Cómo y cuándo empezaste a hacer interiorismo?
Como diseñadora integral siempre me interesó entender el diseño como una forma de resolver una necesidad abarcando lo estético y funcional. Comencé mi carrera trabajando en las áreas de marketing y visual merchandising en una empresa de retail, en donde me interesé en temas de espacialidad, iluminación, y generar ambientes que comuniquen ideas y experiencias. Luego formé mi actual oficina de interiorismo, llamada Concepto Deco, en donde partimos viendo proyectos inmobiliarios, oficinas y comerciales, para luego incorporar la arista residencial. En mis 15 años de experiencia he abarcado proyectos decorativos pero también de interiorismo, definiendo funciones de cada espacio, materialidades, iluminación y todas las especificaciones técnicas que el proyecto requiera para entregar un resultado integral.
¿Cómo es tu proceso de trabajo para cada encargo?
Cuando nos enfrentamos a un proyecto residencial, analizamos las necesidades de las personas que habitarán los espacios, sus gustos, sus experiencias y cómo les gustaría sentirse en ellos. Luego realizamos un anteproyecto con imágenes referenciales y propuestas de layout, definiendo el look and feel al cual se van a enfrentar los clientes. Posteriormente, generamos un proyecto final en donde estarán definidos todos los elementos de cada espacio de la casa. Al ser un proceso creativo, toma su tiempo, y es fundamental que el cliente se sienta totalmente convencido de la propuesta, ya que una vez aprobado comenzamos con las compras de mobiliario, decoración, fabricación de mobiliario a la medida, elección de arte, etc. El proyecto concluye cuando entregamos una casa lista para ser habitada.


¿Qué buscan tus clientes a la hora de trabajar contigo, en términos de estética y estilos?
En general buscan espacios que los hagan sentir relajo y bienestar, pero con un toque de elegancia y sofisticación. Un estilo minimal, pero que a través de las texturas, tonalidades y elementos elegidos logre ambientes vividos y acogedores. Por lo mismo, no puede faltar, el arte, texturas nobles, una buena iluminación y algo natural.


¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo?
Definitivamente ver cómo los clientes agradecen el estar en espacios que les brindan bienestar, alegría y disfrute. Es muy reconfortante cuando, luego de un tiempo, mis clientes me cuentan cómo estos proyectos les han generado bienestar y buenos momentos en sus vidas.
¿Cuál es ese proyecto soñado que te encantaría hacer?
Todos los proyectos me apasionan ya que es enfrentarse a nuevos desafíos. Durante todos estos años he realizado proyectos inmobiliarios, restaurantes, espacios comerciales, oficinas, residenciales, y todos me han entregado mucho aprendizaje y a la vez satisfacción. El año pasado realicé un diplomado de neuroarquitectura, un tema que me apasiona, ya que podemos comprobar hoy, con distintas herramientas de la neurociencia, que podemos desarrollar espacios que ayuden al bienestar y salud mental de las personas. En ese sentido, sería muy interesante realizar un proyecto de hotel enfocado al wellness y diseñar para generar experiencias y sensaciones para todos los sentidos, con un foco claro en la salud y el bienestar de las personas.