Arquitectura

Nildo José y sus escenarios de felicidad

Es considerado una de las jóvenes promesas de la arquitectura brasileña. Sus proyectos destacan por tener líneas puras y un diseño equilibrado, donde los materiales y los detalles que reflejan la esencia de su país se roban la película.

“La arquitectura necesita dibujar suspiros, contar una historia y ser escenario de felicidad”, así describe el objetivo de su estudio Nildo José (@nildojose_arquitetura), considerado una de las jóvenes grandes promesas de la arquitectura brasileña. Aunque su camino no fue tan obvio como parece –empezó a estudiar medicina y después de lo que él mismo describe como «unos meses de angustia», decidió dar un giro–  cuenta que desde niño había sentido una pasión por la arquitectura.

Hoy está trabajando en varios proyectos residenciales en Brasil, Nueva York y París, además de los restoranes A Baianeira y Sal. Y durante el 2023 lanzará algunos productos con la firma de su oficina. «Será un nuevo brazo nuestro, que llevará un poco de nuestra esencia a los hogares de las personas”, cuenta entusiasmado. Conversamos con Nildo José en exclusiva para ED.

 

Cuéntanos un poco sobre tu proceso creativo y profesional.

Mi proceso creativo ocurre con mucha naturalidad, no tengo una receta exacta y cada proyecto sucede de una manera diferente. Estudio el área de intervención, los clientes, el programa y las necesidades y dejo fluir las ideas, sin ninguna selección inicial. Pongo las ideas en papel y luego trato de seleccionarlas y ver qué tiene sentido. Es importante no podar, la creatividad debe ser libre. Además de las referencias arquitectónicas, busco inspiración en la naturaleza y otras artes, ya sea en la música, la pintura, el cine, la gastronomía e incluso en libros y cuentos.

¿Cómo describirías el sello de tu trabajo y cuál dirías tú que es la razón por la que las personas acuden a ti para un proyecto? 

“Nuestro trabajo busca crear espacios ligeros, con calidad brasileña, con alma y que cuenten una historia, que sean escenario de felicidad”.

 

Has sido destacado como una de las promesas consagradas de la arquitectura brasileña. Cuéntanos cómo se siente esa trayectoria y el ser reconocido así en un país que tiene grandes referentes como Oscar Niemeyer, Paulo Mendes da Rocha y Marcio Kogan.

“Me siento halagado, pero hay muchos pasos por delante en este camino, todavía queda mucho camino por recorrer, son nombres que admiro e incluso utilizo como referencia. Mi enfoque es el trabajo, busco la calidad incuestionable del trabajo y tengo un equipo conmigo. Todo lo demás que imagino vendrá con el tiempo, como consecuencia. En este camino, sigo caminando, paso a paso, y trato de mantener los pies siempre en el suelo”.

 

¿Quiénes son tus principales referentes?

“Busco investigar Brasil y nuestra cultura, nuestras raíces y siempre con la mirada puesta en los movimientos de nuestro país a lo largo de su historia. Por supuesto también uso referencias internacionales, nuestro mundo de hoy está conectado.

Tengo una clara escuela modernista brasileña como referencia, ya sea en términos de materialidad, filosofías e incluso muebles, como Sergio Rodrigues, Lina y Zalszupin”.

 

¿Tienes algún proyecto soñado, algo que te gustaría hacer?

“¡Son muchos! (risas). Tenía muchas ganas de diseñar un restorán y crear experiencias. ¡Estoy cumpliendo este sueño ahora mismo! Otro sueño sería diseñar edificios y expandir aún más nuestro trabajo interior a escalas más grandes que creen impactos positivos en la ciudad, con amabilidad urbana y que fomenten las conexiones interpersonales. Tal vez un museo, ¡un gran sueño!”.

 

¿Cuál es tu principal consejo a la hora de comenzar a diseñar el interiorismo de un espacio? Y qué objeto para ti es el más importante a la hora de empezar. 

Lo principal es prestar atención a las medidas. Tener una planta con las proporciones correctas es el primer camino para un proyecto exitoso. ¡El objeto más importante al comenzar es el borrador! El lápiz es obvio, pero la goma de borrar te da la posibilidad de arriesgarte, de hacer algo nuevo y, si no funciona, borrar y empezar de nuevo. El borrador te da libertad a la hora de crear”.

 

¿Cuál es tu lugar favorito, ese al que vuelves o en donde encuentras inspiración?

“¡Bahía! Mi patria, mi cuna cultural y donde tengo el abrazo de mi familia”.

 

¿Qué piensas sobre el diseño de interiores y la arquitectura sudamericana y cómo ha evolucionado en los últimos años?

“Durante muchos años, hemos diseñado interiores mirando exclusivamente las tendencias y movimientos internacionales, sin darnos cuenta de lo rica que es América del Sur. Está claro que tiene un fuerte dominio cultural, un legado del colonialismo europeo e influencias del “estilo de vida estadounidense” y la industria cinematográfica, pero me doy cuenta de que esta independencia solo ha ocurrido ahora. Hemos buscado investigarnos, conocernos como cultura y creadores de espacios que expresan nuestra riqueza. Va más allá de la elección del mobiliario, incluye tejidos hechos a mano, artistas, texturas e incluso la organización espacial. Siento que ha llegado nuestro momento y ahora muchos ojos están puestos en nosotros, incluido el nuestro”.

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