Carla Castro siempre se ha movido al ritmo de la naturaleza, como una observadora paciente mientras busca hojas, flores, semillas y raíces que luego transformará en objetos capaces de contener —y preservar— la esencia del mundo vegetal.
Su camino nació entre telares de macramé y clases que impartía casi por intuición a través de su marca Filodendro, sin imaginar que ese proyecto inicial mutaría, crecería y se transformaría en lo que es hoy: un universo propio donde la naturaleza no solo inspira, sino que guía cada creación.


Hoy, Carla se describe como artesana botánica, un término que resume el cruce entre saberes antiguos y una mirada profundamente artística. Cada uno de sus productos —desde mermeladas y aceites hasta inciensos, jabones artesanales y fanales llenos de flores secadas con extremo cuidado— nace de esa relación íntima con las plantas. Todo está recolectado a mano, muchas veces con hierbas que ella misma cultiva en su casa.


Para ver sus creaciones y preguntar por stock y precios, visita su Instagram @filodendro__.



