Ubicada entre la bahía Puget Sound y el lago Washington, y con vistas al majestuoso monte Rainier, Seattle combina el dinamismo urbano con paisajes verdes espectaculares. Una ciudad conocida por su innovación tecnológica, su vibrante escena musical, su amor por el café y su conciencia ambiental, y todo ello (y mucho más) la convierte en el destino elegido por viajeros de todo el mundo.
Siempre hay alguna cosa nueva por hacer en la metrópoli pero existen unos básicos que deben ser vistos quien viaja por primera vez en la ciudad. ¿Preparados para descubrirlos?
¿DÓNDE ALOJARSE?
Seattle cuenta con muchos alojamientos para todos los gustos y necesidades, pero si un lugar destaca por su historia, excelente ubicación y apuesta por diseño es Four Seasons Seattle. Ubicado en el corazón de la metrópolis, a pocos pasos del Pike Place Market y el Seattle Art Museum, este hotel es uno de los alojamientos más famosos de la ciudad, combinando diseño elegante, vistas privilegiadas, atención excepcional y un ambiente relajado pero sofisticado. Destaca por su arquitectura sobria y su diseño contemporáneo con toques del noroeste del Pacífico, una piscina infinita al aire libre con vistas a Elliott Bay, un spa de primer nivel y un restaurante de autor con un menú de temporada que resalta los sabores locales.
Sus habitaciones y suites son un claro reflejo de lujo sofisticado con inspiración en el Pacífico Noroeste con una decoración moderna y acogedora con tonos suaves (caramelo y azul), maderas y piedras naturales. Además, cuentan con mucha luz natural y vistas panorámicas así como un mobiliario personalizado, con escritorios ergonómicos, chimenea en algunas opciones y piezas inspiradas en el entorno local. Una mezcla de diseño elegante y vistas mágicas que las convierten en oasis de paz.
VISITAS IMPRESCINDIBLES
Cuando uno se imagina Seattle probablemente lo primero que le viene a la mente su enorme torre, la Space Needle. El ícono más reconocido de la ciudad, construido para la Feria Mundial de 1962. Imprescindible, pues, subir al mirador para obtener una vista panorámica de la metrópolis, el monte Rainier, el Puget Sound y las montañas Olímpicas.
El Pike Place Market es otra visita indispensable, uno de los mercados públicos más antiguos de Estados Unidos, lleno de historia y vida local. Repleto de visitantes que quieren descubrir sus maravillas, el mercado cuenta con todo tipo de paradas: pescado, flores, tiendas vintage, paradas de fruta, de helados, de cuadros pintados a mano, y mucho más. Es allí donde también se encuentra la primera tienda de Starbucks, una auténtica maravilla. Ahora bien, es importante llegar bien temprano por la mañana porque hay cola durante todo el día. Y a pocos pasos también hay la emblemática Gum Wall, una pared repleta de chicles muy colorida.
El Museum of Pop Culture (MoPOP) merece también una visita. Diseñado por Frank Gehry, es una joya para los amantes de la música, la ciencia ficción, el cine y la cultura pop, ya que cuenta con exhibiciones dedicadas a Jimi Hendrix, Nirvana, películas de ciencia ficción, fantasía y videojuegos. Y le sigue el Museum of Flight, uno de los museos aeroespaciales más grandes del mundo con aviones históricos, cápsulas espaciales, un Concorde real, y el Air Force One usado por varios presidentes.
Importante visitar la Biblioteca Central de Seattle. Con una arquitectura moderna impresionante, diseñada por Rem Koolhaas, es un espacio muy agradable para ir a estudiar, trabajar, leer o incluso relajarse observando lo majestuosa que es. TIP: subir a los pisos superiores para ver la estructura interior y las vistas de la ciudad.
Finalmente, el Waterfront es ideal para visitar por la tarde y ver el precioso atardecer que se contempla prácticamente todos los días. Ideal para caminar, relajarse y observar la actividad marítima o incluso hacer un picnic gracias a tener el mercado de Pike Place Market a pocos pasos. ¿Existe mejor plan después de un día recorriendo la ciudad?
UN PARAÍSO GASTRONÓMICO
La gastronomía de Seattle es tan diversa y vibrante como la ciudad misma, con una fuerte influencia del Pacífico Noroeste, combinada con sabores internacionales, productos locales de alta calidad y una marcada conciencia por lo orgánico y sostenible. ¿Los más predominantes? Los mariscos frescos, desde salmón salvaje, a ostras, cangrejo Dungeness, mejillones, almejas y halibut. Productos que se pueden comprar frescos todos los días en el mercado Pike Place Market. El salmón a la parrilla con glaseado de arce, sopa de almejas (clam chowder), y crabcakes es uno de los platos por excelencia.
El café es también muy importante en la ciudad e incluso como hemos comentado, Starbucks nació en Seattle. Además, Cafeterías independientes con tuestes locales, como Victrola, Espresso Vivace y Milstead & Co tienen mucho renombre y merecen una degustación de sus opciones durante una visita en la ciudad.
Y sorprendentemente, la cocina de influencia asiática es muy importante en Seattle. ¿El motivo? Existe una gran población japonesa, coreana, china, vietnamita y filipina en la metrópoli. Ramen, sushi, dim sum, cho, banh mi, bulgogi y comida filipina moderna se puede degustar en muchos espacios, incluso hay enormes supermercados con estas opciones y mucho más. El International District (Chinatown) es un excelente lugar para explorarlo.
Sin lugar a dudas, Seattle es una metrópolis que equilibra naturaleza y modernidad con una identidad propia, marcada por la innovación, la creatividad y el respeto por el entorno. Desde sus icónicos paisajes urbanos hasta sus bosques y costas, ofrece una experiencia única para quienes la visitan.
TIP FINAL: Seattle también puede ser la puerta de entrada (o salida) de Canadá ya que a diario hay buses que hacen el trayecto hacia Vancouver de 5 horas aproximadamente de duración. Una ruta con paisajes preciosos muy recomendable.
