Hace quince años, Jorge Silvetti, chairman del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Harvard, le pidió a Fernando Pérez, entonces decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, que le recomendara algunos arquitectos chilenos. Pérez le entregó una lista con cinco nombres: Alejandro Aravena, Cecilia Puga, Smiljan Radic, Sebastián Irarrázaval y Mathias Klotz.
Hoy, los cinco son protagonistas del gran momento de la arquitectura chilena en el mundo. Todos reconocen el importante rol que jugó Pérez en su paso por la Universidad Católica donde es director del Doctorado de Arquitectura y Estudios Urbanos.
En la actualidad, Pérez es director del Doctorado de Arquitectura y Estudios Urbanos de la PUC. Los recuerda a todos cuando recién ingresaban a la universidad. Los cinco destacaban por su talento y una enorme capacidad de responder a la gran carga de trabajo y rigor que se les imponía. Cree que el éxito de sus cinco estudiantes es “el resultado de una conjunción de factores”, una mezcla entre la vieja tradición de la enseñanza de la arquitectura de la PUC y el ambiente que se estaba viviendo en los 90. A pesar de ser una época cargada de un ambiente depresivo, en la escuela de El Comendador había cierta diversidad.
Cuando era decano de la Facultad (entre el 90 y el 2000), la Escuela fue invitada a participar en la Bienal de Venecia, en un momento en que se estaba dando un importante cambio político en Chile. En paralelo, empezó a crecer la industria editorial de la arquitectura especializada en el mundo y se buscaron otros escenarios.
Es aquí cuando el talento de este grupo de arquitectos locales empieza a tomar notoriedad. En la actualidad, todos han exhibido su trabajo en la Bienal de la ciudad italiana, dirigido en su versión 2015 por Alejandro Aravena, un hito excepcional para la arquitectura nacional.
Revise a continuación las cinco obras elegidas de Fernando Pérez y la entrevista a Fernando Pérez en Revista Capital.
Cecilia Puga, Palacio Pereira: “Una restauración creativa y a la vez rigurosa de un edificio prácticamente en ruinas. Nunca traiciona la sensibilidad, ni la intuición ni la capacidad técnica”.
Foto: Dirección de Arquitectura MOP.
Smiljan, Casa Chica: “Uno de sus primeros trabajos, uno de sus refugios, cuya descripción como un listado de materiales es francamente emocionante y muestra muy bien su personalidad. Una especie de gusto por la objetividad que al mismo tiempo está cargada de subjetividad”.
Foto: Christian McMannus.
Alejandro Aravena, Facultad de Matemáticas PUC: “El proyecto que lo dio a conocer me parece superlativo. Fue capaz de hacer de un encargo modestísimo un edificio memorable. También el Centro de Innovación que ha sido tan premiado y reconocido por su fuerza y por su originalidad”.
Foto: Publicaciones UC.
Sebastián Irarrázaval, Pabellón PUC “Lo diseñó para los 120 años de la escuela. Me parece soberbio el modo en que este globo circular muestra todo un problema técnico. Algunas de las mejores cualidades de Sebastián están puestas en ese pabellón”.
Foto: Cristóbal Palma.
Mathias Klotz: “Ha hecho casas notables, pero convencer a una institución de instalarse en un lugar que podría haber sido discutible, proponer las estrategias para renovarlo, gestionar un conjunto de personas que participan en distintos diseños, todo eso me parece que es digno de la mayor admiración”.
Foto: Roland Halbe.
Fernando Pérez en la sede del Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la PUC.
