De arquitectos para arquitectos

Es 2008. David Assael y David Basulto, de 28 años, acaban de aterrizar en Nueva York con una idea tan ingenua como ambiciosa: crear el sitio web de arquitectura más visitado del mundo. Los avala el tener una plataforma web de temas urbanos y la página de arquitectura en español más visitada de internet. Sin ningún contacto previo, se dedican por semanas a tocar las puertas de oficinas de arquitectos para contarles sobre su proyecto. Dieciocho meses después, ArchDaily es, efectivamente, el sitio de arquitectura más visitado del mundo y hoy Plataforma Networks recibe 300 mil visitas diarias, en la empresa trabajan más de 50 personas, y sus fundadores han compartido con personajes de la talla de Obama y el Rey de España y han sido invitados a dar charlas desde Harvard, hasta Strelka, en Moscú.

Los Davides, como les dicen, se conocieron estudiando Arquitectura en la Universidad Católica cuando la contingencia era la siguiente: Santiago empezaba a desarrollar proyectos urbanos importantes como el Costanera Center, el Transantiago y las autopistas urbanas, y los temas de ciudad estaban en el tapete. A la vez nacía la web 2.0 con una información más bidireccional y con el boom de blogs, Facebook y Flickr. Assael, quien tenía un interés especial en los temas urbanos, le propone a Basulto, quien manejaba la programación, crear un blog que tratara diferentes aspectos de la ciudad para entregar información a los ciudadanos con un lenguaje universal. “¿Que pasaría si Santiago fuera la ciudad favorita de los capitalinos? Si vives en tu ciudad favorita, tu calidad de vida cambia. En ese tiempo nuestra percepción era que a nadie le gustaba Santiago y que muy poca gente sabía que el San Cristóbal es el tercer parque urbano más grande del mundo, que nuestro metro es uno de los más limpios, que, en comparación a otras capitales, es muy seguro y no hay tacos… Es un tema de información. Mientras la prensa se dedique a publicar idioteces vivimos con la idea de que estamos mal. Nuestro fin era entregar información, abrir la visión, crear ciudadanos que se preocupen de su ciudad”.

Partieron con Plataforma Urbana en 2005 con un grupo de amigos arquitectos que colaboraban escribiendo por gusto, que compartían un interés especial por el urbanismo. Mientras este sitio crecía, se dieron cuenta de que existía otra carencia: los arquitectos chilenos tenían poco acceso a buena arquitectura. Ellos podían generar un canal que les entregara más conocimiento y que mostrara las buenas obras que se estaban haciendo alrededor del mundo. “Un arquitecto con una buena biblioteca de arquitectura va a ser mejor que uno que no la tiene, aunque hayan tenido la misma formación. Tener acceso a libros, a revistas es una ventaja y para una mayoría eso era complicado”. Empezaron a publicar obras con mucho detalle, con planos y con especificaciones técnicas y esto derivó en 2006 en Plataforma Arquitectura. “Somos nerds de la arquitectura y publicábamos las obras como nos gustaba a nosotros. Eramos un sitio para arquitectos”. En poco tiempo se generó toda una red en torno a esta página, los arquitectos comenzaron a relacionarse entre sí, a compartir sus obras, a interactuar, y revistas como la Domus y la Abitare los usaban de fuente para descubrir arquitectura fresca.

¿Cuándo se dieron cuenta del impacto que estaba generando Plataforma Arquitectura?
El 19 de febrero de 2008 publicamos una biblioteca del colombiano Giancarlo Mazzanti. El 22 nos mandó un mail agradeciéndonos por la difusión y contándonos que, gracias a nosotros, en esos tres días lo contactaron 14 revistas, entre las que había medios de Japón, China, Europa y Estados Unidos. Ahí dimensionamos la influencia que estábamos teniendo y nos dimos cuenta del potencial. Tuvimos la idea precisa en el minuto justo. Estaba empezando el tema de la web 2.0, existían pocos sitios de arquitectura. Los arquitectos no tenían páginas web y nos contactaban a nosotros, éramos una ventana de difusión.

Su fin no era, ni es, comercial. Es lo que les gusta hacer. “Hasta el día de hoy, independiente de que generemos ingresos, trabajamos por amor al arte. Creemos que si en verdad te dedicas a hacer algo que te apasiona, te va a ir bien. Cuando partimos no existían muchos referentes del negocio, estábamos inventando el modelo. Nos dimos cuenta de que, además de mostrar obras podíamos dar la información de cómo construir a los arquitectos. Ese se volvió nuestro modelo de negocio. Trabajábamos con 80 empresas para hacer catálogos de productos con sus especificaciones y los arquitectos pueden cotizar directamente con la empresa a través de la página”.

¿Como hacen la selección de obras?
Recibimos más de 50 obras diarias. Tenemos un equipo de ocho arquitectos encargados de la selección. Ellos tienen siempre en cuenta que sean obras que, por sobre todo, le aporten a otro arquitecto, que le enseñen algo, que le puedan ser útiles. Somos la principal fuente de referencia en la web.

¿Cómo ha favorecido a la arquitectura local que este sea un emprendimiento chileno?
Chile tiene mucha suerte de que este sitio sea nacional. Nosotros partimos junto con el boom de la arquitectura chilena y creo que colaboramos enormemente en la visibilidad de los arquitectos chilenos y esto de todas maneras les ha dado una ventaja y una mayor vitrina.

Además de ser invitados como jurados en concursos de arquitectura, al Pritzker, y a dar charlas en universidades en todo el mundo, el reconocimiento les ha llegado también de rubros que no tienen que ver con la arquitectura….
Con ArchDaily empezaron a pasar cosas increíbles. Hemos tomado té con el Rey de España, hemos estado en la Casa Blanca con Obama, el rey de Arabia Saudita nos invitó a su país, conversamos de la importancia de ArchDaily con el presidente de Israel… La verdad es que hemos tenido harta suerte.

Ustedes dicen que su misión es mejorar la vida de 3 mil millones de personas que se van a vivir a la ciudad en los próximos 40 años. ¿Cómo se traduce esto?
Para el 2050 6 mil millones de personas estarán viviendo en la ciudad, sobre todo en Asia y África. En China 1 millón de personas migra a las ciudades a la semana y los arquitectos tendrán la responsabilidad de afectar para bien o para mal la vida de millones de ciudadanos. En un país donde no hay mucha información de arquitectura, ArchDaily era un referente, teníamos clones de la página, bajaban los planos y construían lo que publicábamos. Ahí nos dimos cuenta de que lo que hacíamos influía. Éramos una biblioteca para los arquitectos chinos. Lo que publicábamos le puede cambiar la vida a 3 mil millones de personas. Es una responsabilidad grande que la sentimos.