Bien enmarcados

Bien enmarcados

Anna Karin Karlsson lanzó su primera colección de anteojos y casi de inmediato cautivó tanto a Hollywood como a las más exigentes editoras de revistas de moda. con su estilo único, materiales exclusivos y diseños tridimensionales, esta sueca le ha dado una nueva categoría a los anteojos, situándolos en la difusa línea entre el arte y la alta costura.

Un marco con la forma de un caballo, un leopardo mirando al horizonte, una corona de rosas y orejas de gato… La imaginación de Anna Karin Karlsson no tiene límites: todo lo mágico, lo romántico y lo funk se materializa en sus anteojos. Su última colección se llama “Perfeccionando el Arte de Morir Solo” y en ella trata los temas del dolor y el duelo a través de modelos llenos de historia como Alice Goes to Cannes, inspirado en la película de Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton, o Black Horse, basado en una de sus canciones. Es que esta sueca no sólo es diseñadora; estudió actuación, es artista y además, cantante. Y es precisamente esa capacidad de nutrirse de diferentes mundos de donde nace su estilo tan único.

Todo partió cuando a los 19 años y recién egresada de Arte y Actuación trabajó con uno de los ópticos más reconocidos de Londres creando marcos a “medida” para nobles, fashionistas y actores, quienes buscaban que sus anteojos combinaran con sus trajes. Al mismo tiempo, en sus ratos libres se introducía en los circuitos underground de la música británica componiendo y cantando sus propios temas y fascinándose con la oscuridad y marginalidad de esta escena musical.

En 15 años aprendió todo lo que necesitaba de arte, música, diseño y artesanía, y volvió a Suecia a cumplir su sueño: desarrollar una línea de anteojos de alta costura. Luego de meses de trabajo apartada del mundo en una cabaña en la mitad de un bosque, en 2012 creó un colección que hizo a las revistas de moda como Harper’s Bazaar y Vogue, y a personajes como Lady Gaga, Madonna o Rihanna rendirse ante sus diseños.

Tanto los anteojos que hace a pedido para sus clientes más exclusivos como sus colecciones requieren mucha preparación. Anna viaja por Europa buscando los más diversos materiales, estudiando sus posibilidades y conociendo a los artesanos capaces de trabajarlos antes de mandarlos a hacer a Hong Kong. Para sus marcos usa desde encajes y metales incrustados en plástico, hasta carey de verdad (sólo utiliza restos de este material que se extrajo antes de que se protegiera a las tortugas). Su próximo paso es el lanzamiento de una línea de anteojos ópticos fabricados en Italia.

www.annakarinkarlsson.com

 

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