Cirugía mayor - Mi mundo privado - Revista ED

Cirugía mayor

La estética es el hilo conductor de la mayoría de las cosas que hace Jorge Villafranca. Este cirujano plástico vive en una constante búsqueda de la armonía que va desde la certeza con la que trata a sus pacientes, hasta la dedicación que le ha puesto a su departamento o la disciplina con la que medita cada día.

Jorge Villafranca está seteado con un cerebro estético, como él dice. Clasifica todo lo que ve entre si le atrae o no. Desde los autos que se cruzan por su camino mientras va al trabajo, la ropa de la gente, un color, todo. Y es totalmente consecuente: su departamento, su ropa, el Indra Med Spa que abrió hace unos años, todo da cuenta de un cuidado para que las cosas se vean bien.

Me gusta rodearme de objetos atractivos. Para mí la estética y la belleza están relacionadas con lo armónico”. Cuenta que desde chico tuvo un interés especial por la decoración, que le gustaba renovarle el look a la gente, pintar. Incluso pensó en estudiar Arte. “A mi mamá no le pareció nada la idea y al final elegí Medicina sólo para ser cirujano plástico”.

Su departamento es la mejor prueba de su buen gusto. En los tres años que ha vivido en este lugar lo ha tratado igual que a uno de sus pacientes, haciéndole varios liftings y una que otra cirugía mayor. Ubicado en Providencia, en él la vista es panorámica y de noche parece como si el cerro San Cristóbal se viniera encima. Lo compró cuando todavía estaba en verde, lo que le permitió hacer varios cambios antes de que le entregaran las llaves. “Los constructores me decían que estaba loco porque quería los espacios continuos. Encontraban que era una aberración no tener un hall de entrada y llegar directo al living”. Entre las remodelaciones, botó varios muros y dejó un solo gran espacio para el living, el comedor y la entrada, cambió el piso por palmetas de madera y amplió su dormitorio incorporando la terraza. Los 160 metros cuadrados cuentan también con una sala de meditación, una salita de estar y una terraza bien cómoda que llenó de arbustos y muebles indios.

Con la infraestructura lista se metió de lleno en la decoración. “La decoración es una parte más de mi gusto por la estética. Es un campo más de expresión y exploración de lo que me mueve. Mis gustos han cambiado mucho y pueden ser totalmente esquizoides a veces”. Partió de cero, todos los muebles que tenía antes de cambiarse los regaló, sentía que estaban pasados de moda. “Cuando me instalé en este lugar cambié de piel, tuve una metamorfosis total. Justo antes experimenté un gran cambio en mi vida que me hizo replantearme todo. Me fui a la India a practicar yoga, comencé con la meditación –que ahora hago todos los días– y al mes decidí comprar este departamento”. De ahí ese look medio étnico, con diseño y relajado que trató de imprimirle a cada espacio. Lo primero que eligió fue un gran sofá en “ele” que diseñó junto a la dueña de Versión Contemporánea Michelle Budnik, y que marcó la pauta para lo que vino después: un comedor de Luis Fernando Moro, dos sitiales de Patricia Vargas, un mueble de tejuelas de alerce de Roberto Cancino, y el cuadro de Francisco Bustamante con sus reflejos dorados.

Por su apretadísima agenda y sus muchas cirugías diarias, sumado al yoga y otros compromisos, los fines de semana es cuando realmente disfruta de su casa. “Me gusta mi departamento entero, me encanta sentir que habito cada rincón”. Ahí se relaja, toma desayuno en su sofá del living leyendo el diario, medita, ve películas y escucha música (él es de los que todavía colecciona los CD y tiene un mueble especial que mandó a hacer para guardarlos todos juntos). Le encanta estar lleno de gente, que la mesa esté bien puesta y disfrutar de las exquisiteces que su nana peruana prepara. Y también disfruta del silencio en su sala de meditación, actividad a la que le dedica un rato todos los días. Jorge tiene su lado zen y trata de vivir en equilibrio. Y eso también se refleja en su profesión. Como cirujano plástico busca la armonía y la naturalidad siempre. “Las apreciaciones estéticas en mi profesión han evolucionado hacia cánones que se traducen en querer obtener resultados naturales, saludables y armónicos. Es mejor quizás dejar algunas arrugas suaves y los ojos descansados, frescos, saludables, a que quede un rostro disarmónico por verse muy estirado, inexpresivo, o con cambio de la fisionomía original.”. Jorge está siempre aprendiendo y actualizándose. Viene llegando de Brasil de un curso sobre bótox y técnicas de rellenos. Es muy estudioso del tema. “El bótox bien trabajado debería tener un resultado muy natural. La persona debiera recibir comentarios como «te ves muy bien, te hicieron regio las vacaciones, ¿te enamoraste?”. Para él lo mejor de su profesión es ser testigo de cómo puede ayudar a alguna gente. “Yo he visto transformaciones conmovedoras en que el cambio vino desde afuera, pero finalmente, fue sólo el vehículo para llegar a algo más profundo e invaluable”.

  • El cirujano plástico Jorge Villafranca.

  • En el comedor, mesa y sillas de Luis Fernando Moro, grabado de Alfredo Echazarreta y fotografías tomadas por el dueño de casa.

  • Ubicado en el piso 19 de un edificio en Providencia, este departamento tiene una vista privilegiada a Santiago. En primer plano, dos sitiales PV contemporáneo.

  • El sofá en “ele” y la mesa de centro son de versión contemporánea y el cuadro es de Francisco Bustamante.

  • El mueble de madera es de tejuelas de alerce y fue diseñado por Roberto Cancino. Ahí, Jorge guarda su colección de CD.

  • Dentro de los cambios estructurales que le hizo Jorge a su departamento estuvo el dejar un solo gran espacio para la entrada, el living y el comedor.

  • Vista del Indra Med Spa, donde la decoración también refleja su sello estético.

  • Al dormitorio principal le incluyó la terraza para hacerlo más amplio.

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