Los arquitectos Andrea Reyes y Víctor Droguett son los creadores de Casacien (@casaciencafe), una cafetería diseñada por arquitectos amantes del buen café, dedicados a crear experiencias tanto en la gastronomía como en su apuesta artística.
En este espacio se mezcla el oficio, la buena comida y la conversación. “En el fondo, nosotros venimos de la arquitectura a generar este nicho de café, nos definimos como tal, es una cafetería no sólo diseñada por arquitectos, sino habitada por ellos”, puntualiza Andrea Reyes.
Su casa matriz se encuentra en la comuna de Ñuñoa (Eliecer Parada 2439), a pasos de Tobalaba, y tiene tres terrazas y un quincho en el patio trasero de la histórica casa ñuñoina, donde vivió la artista y pintora Carmen Aldunate.
En el primer nivel está la cocina, con una barra donde se puede ver cómo se elaboran sus platos y cafés de especialidad. “No teníamos muy claro lo que íbamos a vender al inicio, pero finalmente dimos con una carta inspirada en nuestros gustos y que fuera atractiva para los clientes, enfocándonos principalmente en que fuera una cafetería de barrio”, señala.
La carta tiene como eslogan la frase “somos arquitectos amantes del buen café”, y su foco está puesto en los desayunos que se pueden pedir a cualquier hora, con un apartado dedicado 100% a los huevos.
Un imperdible son los Benedictinos Casacien ($11.590): unos huevos pochados sobre tostadas de pan brioche de masa madre, palta, jamón serrano o salmón y una salsa holandesa de ají amarillo.
También está el sándwich Mechada Casacien ($11.990), en pan ciabatta con plateada en cocción lenta desmenuzada, queso mantecoso, hojas verdes, mayonesa y tomates confitados, siempre acompañado de papas y camotes fritos.
Especialistas en arquitectura gastronómica
En el segundo piso están las oficinas de G100, el estudio de arquitectura fundado por Andrea y Víctor, especializado en arquitectura gastronómica y corporativa. Como parte del grupo de consultores gastronómicos, cumplen un rol fundamental en la conformación de los espacios, buscando renovar y transformar la experiencia de la alimentación. Además de diseñar e implementar nuevos ambientes orientados a mejorar las experiencias de trabajo y de entrega de servicios.
“Surgió la idea de hacer esa cafetería para nosotros. Los primeros clientes fueron nuestro equipo de trabajo, entonces a partir de la oficina de arquitectura se consideró, por un lado, este juego de tener un café, pero también un servicio tanto para nosotros como para la comunidad”, añade Andrea.
Durante la pandemia inventaron el mercado to go, un mercadillo de paso donde se pueden comprar diferentes variedades de pan vegano y de masa madre, infusiones, kombuchas orgánicas, aceites de oliva y dips artesanales.
En marzo de 2023 abrieron su segunda sede, en el Campus Oriente de la Universidad Católica (Jaime Guzmán Errázuriz 3300, Providencia). Aunque es más pequeña que la casa matriz, tiene la misma oferta gastronómica, con aires de cowork. “Estamos con otros proyectos, estudiando propuestas para implementar otra cafetería dentro del segundo semestre del próximo año. Estamos muy emocionados por lo que se viene”, concluye Andrea.
