Fuerte como un roble

Fuerte, duro y resistente a los insectos y los hongos, el roble ha sido el rey de las maderas desde hace siglos. Muchos arquitectos coinciden en que es la mejor madera para utilizar en la construcción porque es pesada, dura y la más resistente a los cambios de temperatura. Además, es la que mejor resiste el agua, lo que la hace muy utilizada en la industria marítima.

Hay varios tipos de esta madera. Por ejemplo, existe el roble del norte de Rusia, duro y sin nudos que resulta adecuado para engranajes. Las maderas duras proceden del roble común, que crece en valles y cerca de ríos. El roble americano es originario de Norteamérica y se cultiva desde hace unos 120 años en Europa. Su madera no ofrece la misma resistencia a la intemperie en exteriores como el roble común.

A pesar de sus altos precios, su calidad se traduce en su duración y aspecto. Se utiliza en todo tipo de muebles: sillas, mesas, estanterías, bodegas, armarios, etc., pero también se puede usar en muros y cielos. Un suelo de roble siempre es una buena base porque encaja con muchos tipos de decoración gracias su color tradicional.

A continuación vea estas imágenes donde se le dieron diferente usos a esta noble madera.