Para qué vamos a mentir, es de esas mujeres que dan un poco de envidia. No sólo por su físico, sino también por su energía y por lo consecuente que es con su estilo de vida. No necesita usar túnicas ni prender inciensos en cada rincón, lo de ella es bastante más simple. Constantemente busca distintas maneras para vivir bien y de la forma más sana posible. Gracias a los años que lleva como instructora de Pilates, tiene un cuerpo con el que muchas sueñan tener, pero para ella eso no es lo fundamental. Se centra en los beneficios que esta disciplina tiene para la salud y que le han permitido estar en perfectas condiciones mientras todos tenemos que vacunarnos durante el invierno. Si se siente mal, come ajo; mantiene su piel y pelo con productos naturales y el menú de su casa se basa en ingredientes orgánicos. Lo bueno de la Keka –como todos la conocen– es que no cae en la histeria ni menos en la intransigencia… la podemos invitar a nuestras casas a comer un buen pedazo de torta y ella va a estar igual de feliz.
Amo el chocolate, pero busco los que no tengan azúcar y que sean raw: crudos, no procesados y que aporten harto antioxidantes. Mis favoritos son el de coconut y el 72% cacao dark con probióticos de la marca Ombar.
Todas las mañanas tomo un jugo de fruta con sésamo, chía y linaza junto a un huevo revuelto. La primera me da una energía increíble, especial para cuando tengo que llegar a hacer clases a las ocho de la mañana, y las otras dos tienen harto Omega3 y mucha fibra.
Después de vivir en Londres nos fuimos a viajar y estuvimos un mes en la India. ¡Me encantó! Y no por el tema místico sino porque es el país más exótico en el que he estado. Sus colores, comidas, olores y artesanías… A pesar de lo difícil de su realidad tiene este otro lado que es precioso. Esta foto es en la ciudad de Udaipur.
Tengo muy buenos recuerdos de Nueva York y de Londres. De la primera porque después que descubrí Pilates –a los 19 años–, dejé mi carrera de danza y fui allá a certificarme. Desde entonces que voy todos los años, para ver a mis amigos y para perfeccionarme. De Londres, porque acompañé a mi marido a hacer un Master y aproveché de hacer todo lo que me gusta, pero que no había tenido tiempo de hacer: como certificarme en gyrotonic, aprender de hierbas medicinales, de naturopatía, del cuidado natural de la piel, Indian Head Massage y de homeopatía para guaguas.
No me pierdo mis clases de yoga. Lo practico desde los 17 años, pero nunca lo voy a estudiar porque es un espacio libre, donde me gusta que me corrijan y que sean otros los que hagan la clase.
En mi columna de la revista Mujer y en mi próxima página Naturaltips.cl, combino mi gusto por el cuidado del cuerpo y por el bienestar. Cada cosa que escribo es porque soy así, porque son temas en los que creo y porque los pruebo.
No tomo remedios, a no ser que esté muy grave en la clínica. Sólo uso estos que son naturales y que sirven desde el dolor de garganta hasta de ovarios. Además tengo este spray de eucaliptos para purificar el ambiente y un aceite de lavanda para dormir bien.
Ando con un paquete de almendras para todos lados para comer como snack. Entre medio de las clases y cuando necesito energía me como un puñado gigante.
Me encanta la música y mi marido es fanático. Con él he aprendido harto. Tenemos un tocadiscos y una colección gigante de discos.
Puedo no comprarme ropa en demasiado tiempo, pero no pasa lo mismo con los zapatos. Me encanta que sean distintos, con un aire más alternativo y que se noten
Hace tres años abrí mi estudio de Pilates con mi socia Carlota Bouquet. En The Place nos preocupamos de sacarle el jugo a nuestras alumnas, cuidando sus cuerpos y preocupadas de que siempre lo pasen bien. Para nosotras es muy importante que el lugar tenga muy buena energía.
Siempre ando con mi botella de agua para todos lados. Tomo demasiada agua, pero sólo purificada y no de la llave, porque tiene demasiado flúor y químicos que hacen mal.
Esta escobilla de fibra natural es esencial, todo el mundo se la debiera pasar antes de la ducha para botar las células muertas, no por un tema estético, sino porque limpia el sistema linfático, circula mejor la sangre por el cuerpo y el sistema inmunológico funciona tres veces mejor.
Tengo ene sombreros. Necesito cuidarme todo el año del sol porque tengo manchas.
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