La agenda de Catalina Morandé

Es fotógrafa de profesión, pero ha hecho de todo. Desde  trabajar en el área de administración de una cadena de tiendas de manicure a productora de modas, la Cata siempre está pensando en una nueva idea. Partió hace años vendiendo paletas de playa para que su pololo y actual marido la fuera a ver a Buenos Aires, donde vivió por seis meses. Después vendió braseros, cubos de madera, carteras y ropa de niños… “Siempre estoy en algo. La gente me pregunta: ‘¿qué estás vendiendo ahora?’. Me entretiene demasiado”, dice. Y ahora está feliz con su nuevo emprendimiento, la marca For You and Me, que estrenó hace poco con la Mane Chadwick, amiga de toda la vida y socia. Es busquilla –heredado de su madre– y siempre tiene los mejores datos.

  • Esta casa está llena de libros de cocina, pero son todos de mi marido, porque yo no sé hacer un huevo. Imagínate que me regalaron la Thermomix como para que me incentivara y nada... Siempre le digo a Agustín que algún día nos podríamos ir a vivir a la playa y poner un restorán. Él cocina y yo lo atiendo, lo administro, traigo a la gente…

  • Hace cinco años, cuando estaba esperando mi primera guagua, se me ocurrió este bolso de cuero para los pañales, que además sirve como cartera. Nació por necesidad y mis cinco mejores amigas me dijeron: ‘te lo compro’. Desde entonces no he parado y ya he vendido como 500. Es un éxito. Este fue el primero y lo sigo usando.

  • Siempre ando con los anteojos colgados. Estas tiritas de cuero las compré hace como cuatro años y están impecables. Toda la vida me he colgado los anteojos, porque si me los pongo en la cabeza, se me caen. Tengo la cabeza tan chica que no se me afirman.

  • Nadie toma Coca-Cola normal, sólo yo. Carrete al que voy tengo que llevar la mía.

  • No me gustan mucho los olores ni los perfumes. La única colonia que uso hace 15 años es esta de vainilla de Victoria’s Secret. Persona que viaja, le encargo.

  • Sólo uso jeans y me compro en cualquier lado, el que encuentre que me quede bien; soy cero de marcas. Todos mis shorts son de jeans también, desde siempre. No hay nada que me guste más que andar de short y polera.

  • Este altar es lo más kitsch que tengo. Se lo compré a una amiga y lo tengo en mi velador. Con mis hijos rezamos ahí el mes de María.

  • Soy súper playera. Donde viaje tiene que haber playa. El año pasado fui a Turquía y fue genial, pero contaba los días para llegar a Grecia. A mí la playa me produce algo. Hasta mi matrimonio fue en la playa.

  • Soy lo menos tecnológica que hay, para mí todo es papel y lápiz. Tengo todos los contactos de mi celular escritos a mano. Anoto todo, todo, todo y siempre ando con agenda. Las tengo todas guardadas (incluso las Pascualinas de cuando era chica). Y siempre escribo con un lápiz de color.

  • Me cuido mucho del sol, y además del factor siempre ando con sombrero. Tengo de todos los portes y tipos. Si voy a un almuerzo llevo mi jockey. A mis niños les trato de inculcar que usen siempre también.

  • Estas Converse tienen 12 años. Son con las que he caminado todo y las que uso en cada viaje; las encuentro comodísimas.

  • Con mi socia creamos la marca For You and Me porque sentimos que había una necesidad de ropa de niños básica, bonita y con diseño. A la gente le ha gustado mucho. Después, pensando en las mamás, creamos unas alpargatas que han sido un hit.

  • Estoy de cumpleaños en febrero y siempre lo celebro con un asado entretenido en el campo, en Río Bueno. Se junta gente de todas las edades y llegan de todos los lagos, con los niños y en traje de baño… Es una tradición y se hace sí o sí.

  • Tengo muy pocas joyas y la única que uso todos los días es éste, mi anillo de compromiso. No me lo saco nunca y me encanta.

  • Este pompón me lo trajo mi prima de China y es para las buenas vibras. Lo tengo siempre puesto en la puerta de la casa.

  • Estas pashminas me las pongo todo el año, sin importar la época. Me las pongo como una estola y las puedo usar hasta con polera sin mangas. Tengo dos pashminas de verdad que me regalaron para los 25 y los 30 años, y una que era de mi abuela; las cuido como hueso santo. No se las presto a nadie, ni a mi marido.

Inspírate en tienda BazarED.cl