La agenda de Nicolás Lipthay

La agenda de Nicolás Lipthay

Cuando Nicolás cuenta todos los proyectos en que está trabajando, dan ganas de preguntarle cuántas horas tiene su día. Con sólo 35 años, este arquitecto convertido en empresario no para. «Algo que cada día me gusta más es correr riesgos», dice. Puede estar revisando un proyecto en Kitcorp –la empresa que fundó junto a dos socios hace 11 años–, y al mismo tiempo estar preocupado de quién va a ser el proveedor de la carne de su nuevo emprendimiento. «No he hecho la carrera del arquitecto tradicional», cuenta. «Me he convertido en un conector de gente, de proyectos. Siempre le digo a mi mujer que voy a parar y al otro día llego con algo, porque alguien me llamó, porque vi algo en el trayecto… Veo grandes oportunidades constantemente y creo que hay que aprovecharlas».

  • Me encantó esta lámpara de BoConcept. Me gusta mucho el amarillo, y es un color que hemos incorporado mucho en los últimos proyectos que hemos hecho, por ejemplo en el diseño de Kitchen Center, combinado con madera.

  • Estos parlantes Sonos son increíbles. Tengo cuatro repartidos por toda la casa y lo mejor es que no necesitas cables, porque se conectan por Bluetooth. Me gusta mucho escuchar música.

  • Soy comprador compulsivo de revistas. De todos los viajes me traigo un cargamento, porque no me gustan las suscripciones; nunca llegan y cuando llegan están chuecas, entonces sufro. La Monocle, la Dwell y la Wallpaper son un must, y en el último viaje encontré la Cereal que es una joya, y la Surface también.

  • Esta funda Gola me la compré en México. Es perfecta para el Macbook Pro y me gusta mucho que sea de cuero. Siempre ando en busca de objetos con detalles distintos.

  • Siempre ando con bufandas, porque me resfrío harto, es como un accesorio típico mío. Esta me la compré en la tienda del MoMA.

  • Esta es parte de mi colección de Legos. Soy amante desde chico y ahora que aparecieron éstos, lo sigo siendo. Me gustan los de arquitectura y los Technic, que son más mecánicos. Con mis hijos jugamos harto, los tenemos separados en cajas por color; somos bien mateos.

  • Soy un buscador de relojes lindos. El de Arne Jacobsen, diseñador danés, me lo compré en Budapest. Los otros son un TW Steel, un reloj holandés militar, y un Panerai. Todos tienen una estética común, muy simple.

  • Soy fanático de los plumones Alpha, son preciosos y especiales para croquear. Son de buena calidad, hechos con aceite, entonces los colores no se mezclan. Los compro en la galería Plop! y otros los he comprado en Nueva York. Cuando los niños están durmiendo, dibujo en mis cuadernos.

  • Esta lámpara de Tom Dixon es una joya, y es un regalo que me hice a mí mismo. Me encantan sus diseños desde hace muchísimos años. Me gusta el mecanismo, que sea de bronce y que la base sea pesada, parece casi una pesa.

  • Me gusta mucho el arte. Este cuadro es de la Carolina Agliati, ex compañera de universidad. Su trabajo me impresionó mucho cuando lo vi, es muy bonito el nivel de precisión que tiene. Me gusta tener obras de artistas consagrados y otros más emergentes. Tenemos de Matta, de Bororo… Cuando viajamos también nos gusta mucho ir a galerías y buscar cosas para nuestra casa.

  • Tengo millones de libros; estos son los últimos que me he comprado. He estado viajando harto a Boston, porque inauguramos una oficina de arquitectura allá, y voy siempre a un café de una japonesa que es muy rico, me he hecho habitual, así es que me compré su libro. También me compré el de Jeff Koons y el de Isay Weinfeld, que es un súper arquitecto brasilero.

  • Me gusta Lamy, siempre me ha gustado; me acuerdo de mi mamá. Es como una lapicera simple, accesible para todos. Los otros son lápices Muji, que es una marca japonesa bacán.

  • Andaba en busca de un bolso y en el SoHo en Nueva York entré a la tienda de Jack Spade y encontré este que me gustó porque es simple y bueno. Siempre ando en busca de cosas que van a durar, que no sean desechables.

  • Esta casa en Tunquén es nuestro refugio. Es como volver a lo básico y ahí uno se da cuenta que eso es lo que importa, el resto son accesorios. Siento que esa casa es como somos, mucho más simples. A los niños les encanta ir, y les gusta el concepto de andar en familia, de ser los cuatro y de andar para arriba y para abajo, haciendo hoyos en la tierra y jugando.

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