El día de este periodista empieza temprano, pero muy muy temprano. El despertador suena a las 4:50 y a las 6:30 ya está al aire, leyendo las noticias en Canal 13. Su maratónica jornada sigue en Bienvenidos, el matinal del mismo canal, y después en la radio Duna, donde conduce de lunes a viernes el programa Aire Fresco. Pero la vida de Polo –como le dice todo el mundo– va mucho más allá del estudio: corre cuatro o cinco veces a la semana y ha participado de varias maratones; es un ávido lector, de esos capaces de leer varios libros en paralelo; le gusta la cocina y reconoce que preparar el almuerzo el fin de semana es lejos su mejor momento, y puede hablar con soltura de casi cualquier tema, desde cerámica al conflicto en Gaza. Y aunque nunca se imaginó convertido en rostro de televisión, se lo toma con harto humor y una sonrisa, la misma que lo ha convertido en todo un sex symbol matinal.
Bob Dylan es el artista
que he visto más veces en
vivo. He pasado por varias etapas musicales: cuando chico me gustaba el rock más clásico, después el jazz. Y hace un par de años descubrí el hip hop. Me gusta el ritmo, lo que representa y lo que ha significado para la población negra más marginal y más marginada.
Estoy suscrito hace como 12 ó 14 años al New Yorker. Me llega a una casilla, pero como es semanal se me empiezan a juntar y cuesta hacerme el tiempo para leerlo. pero cada artículo vale la pena.
Empecé hace años a tomar té y me aficioné. Mis papás viajaban harto a India y siempre traían. Ahí empecé a meterme en el tema y cada vez que viajamos o descubro algún té nuevo lo vamos incorporando.
Estoy siempre con 3 ó 4 libros en el velador. Me gustan los que cuentan historias de infancia y Angela’s Ashes es uno de los que más me ha gustado.
Siempre había escuchado que las botas vaqueras eran lo mejor y tenía ganas de comprarme. En Minnesota fui al mall más grande de Estados Unidos y ahí encontré una tienda que tenía miles. Son súper cómodas, ideales para el invierno.
Este aparatito es un convertidor de señal digital a analógica y se usa esencialmente para mejorar la calidad del sonido. Como se opera con Bluetooth, se puede controlar todo desde el teléfono.
Hace algunos años fuimos con mi señora a Minnesota, a un tour en que los ceramistas abren sus talleres. Nos trajimos estas tazas de recuerdo y siempre las usamos para tomar té.
Descubrí que para cocinar hay que tener por lo menos un muy buen cuchillo, este me lo compré en Berlin. Para mí el mejor momento de la semana, lejos, es el día sábado, preparando el almuerzo con mi señora y con alguno de los niños.
El café es un ítem importante en mi vida. Me preparo el café en la casa y lo llevo en un termo, para tomarlo durante el programa. Despierto realmente cuando me lo tomo y se prenden las luces del estudio.
Este cuadro lo hizo la Loreto, mi señora, que es ceramista. Fue parte de una exposición que hizo con su taller, Huara Huara, que era una combinación de cerámica y cobre. Yo la ayudé con el tejido y a ordenar las piezas.
Una de las cosas que más me gusta es preparar comida india. Estos aliños me los trajo un amigo.
Empecé a correr en Ecuador. Estaba en una conferencia, desesperado por hacer algo. Con las zapatillas que tenía me puse a correr alrededor de una cancha de fútbol. Cuando llegué a Santiago me compré unas zapatillas un poco mejores y me fanaticé. Ahora corro 4 ó 5 veces a la semana y he corrido varias maratones.
Para correr siempre tengo tres zapatillas distintas y las voy rotando, porque siento que uno queda más protegido de las lesiones. Además encuentro que la zapatilla también se cansa, entonces la dejo descansar un día para que se recupere.
Siempre admiré mucho lo que hacía Steve Jobs, que se vestía todos los días igual. Hace tiempo que, siguiendo esa misma idea, uso solo poleras negras y azules.
Como dedico mucho tiempo a correr, descubrí los audiolibros y la verdad es que me fanaticé. Escucho novelas, libros de historia, biografías, libros sobre astronomía, biología, evolución y memorias.
El cuadro es de Carlos Leppe. Yo lo conocí a fines del 2002, cuando estaba de director de arte de la teleserie Machos y nos hicimos muy amigos. Se llama El estanque de Ofelia y está inspirado en Ofelia, el cuadro de Millais, pero sin Ofelia.
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