Cuando se habla de alta cocina en Chile, significa cualquier cosa, menos producto nacional. Hasta ahora que por fin podemos sacar de su pedestal a los vinos y mariscos chilenos y decir que la alta cocina también es nuestra. Hoy está a la altura de la mejor gastronomía peruana o mediterránea y los medios internacionales así lo señalan. Este año, Boragó fue elegido como el segundo mejor restorán de América Latina y el 2014 obtuvo el quinto lugar. Ambrosía, de Carolina Bazán, también fue destacado en las dos últimas versiones de los premios S. pellegrini que la revista británica Restaurante entrega anualmente.
The New York Times puso sus ojos en esta franja de tierra y en los jóvenes chefs que tomaron el desafío de definir el estilo de la cocina chilena, una ardua tarea si se considera la cantidad de productos que ofrece un país de más de 4 mil kilómetros de largo.
Todos ellos se entrenaron en cocinas internacionales de talla mundial, pero volcaron sus esfuerzos en la cocina chilena, atraídos por sus únicos ingredientes. Aquí, la selección de la publicación norteamericana:
Restaurante 040
En 2012, el español Sergio Barroso abrió su restorán 040 en 2015. Atraído por la cantidad de productos sin usar que encontró entre los ingredientes nacionales. Por ejemplo, con el erizo de mar muestra una nueva arista a un producto del cual no había mucho fanatismo.
Boragó
Con nueve años de trabajo, Boragó ofrece más de 700 platos cada año. El mejor restorante nacional —recientemente premiado como el segundo mejor de Latinoamérica— siempre está llen de extranjeros atraídos por las técnicas de cocina mapuche que inspiran a su chef, Rodolfo Guzmán.
99
Este pequeño restorán es administrado por un aprendiz de Boragó, Kurt Schmidt, quien pasó un par de años aprendiendo lo mejor de la cocina en Dinamarca y España. A pesar de sus aparentemente sencillos ingredientes, los platos son sofisticados. Este año se incorporó a la lista de los premio S.Pellegrini en el puesto 46.
Ambrosía
Después de viajar por Perú, Brasil, Italia y Francia, Carolina Bazán volvió a Chile en 2010 para hacerse cargo del restorán que sus padres tenían en Santiago centro. Dos años después se cambió a la zona este de la ciudad y le dio un aire más elegante a Ambrosía y un menú más ecléctico.
Revise el artículo original en The New York Times.
