Fue un trabajo que les encargaron en el ramo de Urbanismo, cuando cursaban tercer año de Arquitectura en la Universidad del Desarrollo, el que despertó la inquietud de estos dos jóvenes por la historia y el patrimonio nacional. De la mano de una investigación de la calle Matucana y su pasado natural y urbano, Felipe Bengoa y Nicolás Fernández dieron hace cuatro años atrás los primeros pasos de lo que hoy han transformado en una valiosa plataforma que revive el pasado de nuestro país a través de fotografías.
Enterreno Chile (www.enterreno.com), que partió, como ellos mismos aseguran, de una manera intuitiva e informal, hoy tiene cien mil seguidores activos y más de 26 mil imágenes a su disposición, una oficina montada con historiadores, arquitectos y diseñadores, e importantes alianzas con el Consejo de Monumentos y el Museo Histórico Nacional. Su objetivo: convertirse en el archivo histórico colaborativo más grande de Latinoamérica.
Según cuentan, las redes sociales Facebook, Instagram y Twitter han sido los principales motores de esta iniciativa, ya que sus usuarios no solo aportan fotografías y postales de sus archivos familiares, sino que además contribuyen con su experiencia y conocimiento para complementar la información. “Por ejemplo, hace unos meses, recibimos un sobre desde Alemania con 25 fotos muy antiguas del sur de nuestro país. Las envió un chileno que vive hace muchos años en Europa y que, motivado por nuestra plataforma, hizo este valiosísimo aporte. Lo único que pidió a cambio fue una mermelada de murtilla, la que recibió a las pocas semanas”, comentan.
Así, han sido miles y miles los tesoros que han ido encontrando. Imágenes de un Chile y una incipiente ciudad de Santiago que con el paso de los años ha construido y reconstruido su entorno urbano, transformando los recuerdos y despertando la añoranza por aquellos “tiempos mejores”, que provocan la curiosidad y hacen historia.
“Nos dimos cuenta de que la gente quiere saber cómo eran los lugares antes y cómo vivían nuestros antepasados. Hay una nostalgia latente en todos nuestros seguidores. Por eso mismo, sentimos la obligación de dejar una huella en el presente, de manera que en mucho tiempo más, otros puedan también constatar el pasar de los años y seguir soñando con el futuro patrimonial de Chile”, concluyen Felipe y Nicolás.