Incluso para un genio del color como Tommy Hilfiger, esta es una casa vanguardista. Junto a su mujer Dee, desafiaron sus propios límites y se abrieron a una decoración tan fantástica como divertida.
Ana Bonamico se deja llevar. Su arte no es nada premeditado, sólo surge de un recuerdo y luego fluye. Lo que nunca falta es el color… es como un balde de energía positiva.