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Arte de película: el diseño de producción y vestuario de las nominadas a los Oscar 2024

Los nominados por Diseño de Producción y Vestuario en los premios Oscar de este año tuvieron que vérselas con la coronación de un emperador, recrear los ensayos de una bomba atómica, y hasta estudiar la estética del mundo de una célebre muñeca. Oppenheimer, Napoleón, Barbie, Pobres Criaturas y Los Asesinos de la Luna, coinciden en ambas categorías y confirman que una gran película no es nada sin estética ni identidad propia.

La mentada “carrera por el Oscar” llega a su fin este domingo 10 de marzo. La noche más esperada por los amantes del cine y el mundo del entretenimiento está a la vuelta de la esquina, con varios haciendo sus apuestas sobre quiénes se llevarán el reconocimiento más importante que entrega la industria de Hollywood

Desde un tiempo a esta parte, son 10 las películas nominadas a la categoría principal. Pero solo cinco son las elegidas para menciones más técnicas (pero nunca menos importantes). Hablamos de dos que concitan especial interés: Mejor Diseño de Producción y Mejor Vestuario. Y es que toda gran película guarda su identidad en el mundo que crea alrededor de la historia y cómo sus personajes lucen durante el metraje. Todo comunica y expresa. Los decorados y el vestuario hacen que un filme gane en verosimilitud y que logre transportar a los espectadores al mundo propio de cada historia.

¿Y por qué sumar Mejor Vestuario si somos una publicación dedicada, básicamente, al interiorismo y la arquitectura? Porque toca la coincidencia –y veremos que tampoco es algo tan azaroso–, que este año las cinco películas nominadas a Mejor Diseño de Producción, son las mismas cinco destacadas en Mejor Vestuario. Es que todo tiene que ver con todo. Y como son películas tan destacadas tanto por la crítica como por el público, cuatro de ellas están también nominadas en la categoría principal y son las que más acumulan menciones este año. Quisimos saber qué dicen los creadores de estos mundos y quienes este domingo buscan tocar el cielo.

 

Barbie, dirigida por Greta Gerwig

Con ocho nominaciones, la popular cinta sobre la célebre muñeca Mattel tiene a tres mujeres a cargo del diseño del filme y de su vestuario. La diseñadora Sarah Greenwood y la decoradora Katie Spencer cuentan que nunca tuvieron una Barbie y que tuvieron que comprar una Dreamhouse, la clásica casa de la muñeca, para buscar inspiración; eligieron un diseño de la casa de los años 80, imaginada en Palm Springs. Pero algo tenían claro: nada de blanco y negro, nada de animación digital, nada de electricidad, nada de elementos externos como el viento o el sol. Examinaron más de 100 tonos de rosado y finalmente se decidieron por los 12 que se usaron para los decorados, así como en algunos de los trajes.

Jacqueline Durran es una habitual colaboradora de la directora Greta Gerwig. Es especialista en vestuario y también ocupó este cargo en su versión de Mujercitas. Cuenta que tuvo mucho trabajo intentando representar el choque cultural que los personajes viven entre Barbie Land y el mundo real; Gerwig imaginaba a Ken y Barbie casi como extraterrestres siendo víctimas de la burla de los transeúntes. Es por esto que Durran rediseñó el enterito Hot Skatin’ Barbie de los años 90, con colores flúor, pantalones muy cortos y los bíceps de Ken al aire. “Fue necesario trabajar mucho con un montón de versiones y combinaciones de colores diferentes para darles esa idea de pertenecer a otro mundo”, contó la diseñadora.

 

Pobres Criaturas, dirigida por Yorgos Lanthimos

El objetivo era crear una “película de estudio de los años 30 con la tecnología actual”, como cuentan Shona Heath, James Price y Zsuzsa Mihalek, los diseñadores de producción de esta versión gótica de Barbie llamada Pobres Criaturas (Poor Things), protagonizada por una exuberante y liberada Emma Stone en el papel de Bella Baxter.

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“El guión dictaba nuestro camino hacia el mundo que intentábamos crear, y la primera manera de entrar era descubrir cómo vivía Bella”, cuenta la diseñadora Shona Heath. “Su mundo interior había sido creado por su padre, quien es un médico inconformista, un hombre muy preciso y artístico, que tenía buen gusto y era un artista a su manera”.

El noventa por ciento de la acción de la película se desarrolla en grandes decorados en Budapest, donde se rodó la película, y solo una pequeña parte se rodó en locaciones existentes. Para crear el interior de la casa de Bella, construida en grandes decorados, Heath y Price se inspiraron en el museo neoclásico Sir John Soane’s de Londres, que está lleno de pinturas, antigüedades y obras de arte coleccionadas por su propietario en el siglo XIX.

La vestuarista Holly Waddington cuenta que los atuendos usados en el filme, especialmente por el personaje de Emma Stone, están supeditados a las condiciones del personaje y no al revés. Y esto porque Bella Baxter es construida por Stone de una manera muy física e intensa, por tanto tuvo que pensar el vestuario como si fuese hecho para el ballet y la ópera, diseñando “grandes refuerzos elásticos” en todos los outfits del personaje de Stone, “para que pudieran funcionar como una extensión de sus brazos”.

 

Oppenheimer, dirigida por Christopher Nolan

Detrás del minimalismo y la aparente poca estridencia de un filme como Oppenheimer, se esconde una tarea de verdad titánica. Así lo afirman la diseñadora Ruth De Jong y la responsable de los decorados, Claire Kaufman, quienes por primera vez trabajaban en un filme dirigido por Christopher Nolan. Juntas tuvieron que recrear el complejo de Los Alamos, lugar donde se detonó la primera bomba atómica en suelo norteamericano y otros tantos escenarios, dentro de una historia que abarca más de cuatro décadas. En total, construyeron o ambientaron 150 sets, en cinco estados diferentes de los Estados Unidos, a lo largo de 57 días de rodaje.

El vestuario estuvo a cargo de Ellen Mirojnick, con 40 años de trayectoria en este oficio, y quien postula por primera vez al Oscar por su trabajo. Y aunque en apariencia Oppenheimer parece ser una película con un vestuario simple (son hombres vestidos de traje), se complejiza cuando el trabajo se expande en cuatro décadas de historia, 79 personajes destacados y cientos de extras. 

 

Los Asesinos de la Luna, dirigida por Martin Scorsese

Trabajar en una película del maestro Martin Scorsese, teniendo en cuenta que se tenía entre manos hacer justicia histórica por las desigualdades sufridas por los pueblos originarios de Norteamérica, no iba a ser cosa fácil. Para el legendario diseñador Jack Fist, la investigación fue un factor clave para abordar todo esto en Los Asesinos de la Luna (Killers of the Flower Moon). “Sabía que Marty quería hacer una película que fuera lo más veraz y natural posible para los Osage. Y mi enfoque favorito en la realización cinematográfica es casi un estilo documental, algo que es realmente natural”, dijo. “Rodar en Oklahoma nos permitió trabajar con los ancestros de ambos lados de la historia, los colonos blancos y los nativos Osage, por tanto al construir los escenarios, nadie podía decirte que, a excepción de las cámaras en el estudio, no estabas en Oklahoma en 1920”. 

En el caso de la vestuarista Jacqueline West, su trabajo se concentró principalmente en el vestuario de las mujeres de las tribus aborígenes. Para eso hizo una investigación exhaustiva y trabajó con Julia O’Keefe, especialista en vestuario Osage, quien ayudó a darle matiz y autenticidad y, además, orientó respecto a los modos de uso de las prendas; como siempre, cada detalle contaba, e incluso el cómo se envolvían en su mantas tenía un por qué.

 

Napoleón, dirigida por Ridley Scott

Ha sido uno de los proyectos fílmicos más deseados por grandes directores, como Stanley Kubrick. Pero finalmente quien logró llevar a la pantalla grande la vida de Napoleón Bonaparte fue Ridley Scott, aunque a pesar del esfuerzo titánico y una gran producción, la cinta tuvo resultados irregulares y fuertes críticas de parte de los historiadores. Así y todo, las nominaciones no se hicieron esperar.

Arthur Max, encargado del diseño del filme, cuenta que buscó edificios neoclásicos alrededor de Londres para los rodajes de la películaAl igual que la arquitectura francesa de la época, los palacios neoclásicos ingleses también se basaban en la arquitectura palladiana de Italia. Para la decoradora Elli Griff, un aspecto importante fue redecorar las locaciones con camiones llenos de artículos que llevó desde Francia. 

Para la escena de la gran coronación de Napoleón y su amada Josefina, la vestuarista Janty Yates junto a David Crossman, recrearon la célebre pintura de Jacques-Louis David de la extravagante ceremonia de 1804. “Combinar la caída de las largas colas del terciopelo de Napoleón y la capa real de Josephine con la majestuosidad de la obra de arte resultó después de mucho esfuerzo”, declararon.

Crossman es especialista en trajes militares y diseñó 4.000 uniformes elaborados en diferentes países y décadas. En las escenas de batallas, las insignias militares requerían un envejecimiento y teñido rigurosos para lograr un efecto “apagado” y realista, pero no exento de opulencia. “Quieres que parezca una pintura hermosa”, dice el diseñador. Además, cada uno de los vestidos de las damas de honor, que apenas se ven, estaban bordados a mano con lingotes de oro. Sin duda, un trabajo minucioso y espectacular.

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