Arte y Diseño

La ópera del MET de Nueva York se puede disfrutar en pleno Santiago

Con el regreso a su escenario de algunas de las grandes estrellas liricas del mundo, como Anna Netrebko y Jonas Kaufmann, el MET de Nueva York ofrece una contundente nueva temporada de transmisiones en directo, que en chile una vez mas se podrán disfrutar en el Teatro Nescafé de las Artes.

 

Sin darnos cuenta, comenzó una nueva temporada de lo que ya es una verdadera tradición en el Teatro Nescafé de las Artes: las entretenidas transmisiones de títulos líricos en HD, en directo y en pantalla grande, desde el Metropolitan Opera House, el célebre MET de Nueva York. El teatro neoyorquino inició esta innovadora propuesta a fines de 2006, y gracias al Nescafé tres años después, en 2009, Chile se unió a los más de 70 países en el mundo que transmiten estas óperas, por lo que el ciclo se apronta a cumplir su primera década. Contra viento y marea, a pesar de las polémicas en redes sociales y los escándalos del último tiempo –en particular las acusaciones de abuso sexual contra quien fuera su emblemático director musical durante cuatro décadas, James Levine–, el MET sigue ofreciendo el privilegio de no sólo disfrutar de funciones protagonizadas por algunas de las grandes estrellas actuales del canto lírico a kilómetros de distancia, en las más diversas latitudes y en las mejores condiciones audiovisuales, sino además apreciar sorprendentes puestas en escena y conocer más a través de las entrevistas tras bambalinas durante los intermedios de cada jornada, e incluso ver cómo se arma y desarma la escenografía.

El inicio de la temporada de transmisiones estuvo cargado al gran espectáculo ambientado en tiempos antiguos. A inicios de octubre, la ya clásica Aida de Verdi, creada hace 30 años por la directora teatral Sonja Frisell, que siempre impresiona al público con sus imponentes escenarios que reproducen el Egipto de la época de los faraones, causó sensación por sus dos protagonistas femeninas, la soprano Anna Netrebko –quien cantó este año en Chile– y la mezzosoprano Anita Rachvelishvili. Y el pasado sábado 20 fue el turno del mismo montaje que a fines de septiembre inauguró la actual temporada del MET: una nueva producción para la pieza inspirada en la conocida historia del Antiguo Testamento, Sansón y Dalila de Saint-Saëns, protagonizada por la mezzosoprano Elina Garanca y el tenor Roberto Alagna, en una vistosa y colorida puesta en escena del serbio Darko Tresnjak que para algunos fue muy kitsch, mientras para otros evocó las clásicas producciones bíblicas hollywoodenses del cineasta Cecil B. De Mille.

Continuando con la temporada, al cierre de esta edición había especiales expectativas por la transmisión del sábado 27, cuando La fanciulla del West –historia de amor con música de Puccini y ambientada en el Viejo Oeste de Estados Unidos– no sólo marcaría el regreso a ese escenario de la partitura que precisamente tuvo ahí su estreno mundial en 1910, sino además el de quien es considerado el mejor tenor de la actualidad, el alemán Jonas Kaufmann. Desde su debut ahí hace poco más de una década, el cantante se ha convertido en una de las estrellas más solicitadas del MET, que incluso lo eligió para estrenos de nuevos montajes de títulos como La valquiria y Fausto en 2011, Parsifal en 2013 y Werther en 2014. Pero desde entonces que no volvía, y ahora tras cancelar en otras tres oportunidades, Kaufmann retornó, esta vez junto a la soprano Eva-Maria Westbroek y el barítono Zeljko Lucic y dirigido por Marco Armiliato. La cinematográfica producción es la de 1991 creada por Giancarlo del Monaco, y más de un cuarto de siglo después aún conserva su belleza y múltiples detalles, como ya se vio en 2011 cuando también se transmitió en HD.

Entre las otras novedades de la temporada, figuran dos nuevos montajes a cargo de una sola mente creativa: Michael Mayer, el mismo director de escena estadounidense que dividió aguas en 2013 con su Rigoletto de Verdi, que trasladó la historia de la corte de Mantua del siglo XVI a Las Vegas de los años 60. La polémica producción ha tenido tantos admiradores como detractores, pero en esta ocasión los dos nuevos desafíos de Mayer, quien viene de Broadway, ha ganado el premio Tony y también es cineasta, al parecer serán menos provocadores: de hecho, los diseños que ya se han conocido para su producción de otro popular título verdiano, La traviata (que reemplazarán a la también divisoria propuesta de Willy Decker que el MET ofreció desde 2010), que se transmitirá el 15 de diciembre, se ven hermosos y menos rupturistas. Para esta nueva mirada a la emblemática cortesana parisina, Mayer contará nuevamente no sólo con su misma diseñadora de escenografía y vestuarista de Rigoletto –Christine Jones y Susan Hilferty, respectivamente–, sino además con quien fuera su soprano en ese título, la alemana Diana Damrau, junto al tenor peruano Juan Diego Flórez, el mismo que hace pocas semanas tuvo un exitoso regreso a Santiago con un recital en el Movistar Arena.

La otra propuesta de Mayer será un estreno contemporáneo: el 10 de noviembre se transmitirá Marnie, de uno de los músicos para la escena más cotizados del último tiempo: Nico Muhly, el treintañero compositor estadounidense que ha colaborado con artistas como Björk y Philip Glass, y cuya anterior ópera, Two Boys –perturbador relato inspirado en hechos reales, que abordaba los peligros de las relaciones online a través de internet– se estrenó en el MET en 2013, luego de tener su premiere mundial en la English National Opera. En ese mismo teatro debutó mundialmente el año pasado Marnie, basada en la novela de Winston Graham que también inspiró la película homónima dirigida por Alfred Hitchcock en 1964, con Tippi Hedren y Sean Connery; en esa misma producción será el turno ahora del MET, en esta ocasión protagonizada por la guapa mezzo Isabel Leonard, y en cuya ambientación de fines de los años 50 destaca especialmente el vestuario. Y no es de extrañar: su diseñadora es Arianne Phillips, dos veces nominada al Oscar, quien ha pasado de diseñar trajes para icónicos videos de Madonna como “Frozen” y “Don´t tell me”, hasta los vistosos atuendos en cintas tan distintas como el alocado musical Hedwig and the Angry Inch y el debut como cineasta del diseñador Tom Ford, A single Man. ¿Su próximo encargo para la pantalla grande? Vestir a estrellas como Brad Pitt y Leonardo DiCaprio en uno de los estrenos más esperados del próximo año, Once Upon a Time in Hollywood, lo nuevo de Tarantino.

La otra esperada nueva producción de esta temporada será Adriana Lecouvreur, la historia de amor, celos y teatro ambientada en el siglo XVIII y con música de Cilea, que regresa tras una década a ese teatro y se podrá ver el 12 de enero. Pero no es una novedad absoluta, ya que se trata de la misma bella y elogiada puesta en escena de David McVicar estrenada originalmente en la Royal Opera House de Londres, ya editada en 2012 en DVD y blu-ray. ¿Y por qué entonces genera expectativas? Porque si en la capital británica se contó con dos estrellas como Angela Gheorghiu y Jonas Kaufmann, el MET no quiso ser menos y convocó a tres de las celebridades operísticas más admiradas de la actualidad: el tenor polaco Piotr Beczala junto a Anita Rachvelishvili y Anna Netrebko, quién tendrá la misión de suceder en ese teatro a las leyendas del canto que la protagonizaron, encarnando a la actriz francesa que da nombre a la pieza, en la anterior producción que se repetía desde 1963. ¡Y vaya leyendas!: Renata Tebaldi, Mirella Freni, Renata Scotto y la recientemente fallecida Montserrat Caballé.

Las cuatro últimas óperas de la temporada de transmisiones serán en montajes ya conocidos, pero no por ello menos atractivos. El sábado 2 de febrero por tercera vez –tras las emisiones de 2009 y 2014– se transmitirá la inmortal Carmen de Bizet, nuevamente en la energética e intensa propuesta escénica del director teatral y cineasta británico Richard Eyre (el mismo de la película Escándalo, con Cate Blanchett y Judi Dench), ahora protagonizada por Clémentine Margaine, pero con el mismo tenor del debut de esta producción hace 10 años, Roberto Alagna, en otro rol francés tras su Sansón y acompañado por su esposa en la vida real, la soprano Aleksandra Kurzak.

El 2 de marzo será el turno para el regreso de la juguetona y lúdica versión del siempre creativo director francés Laurent Pelly para la encantadora comedia romántica de Donizetti La hija del regimiento, ya conocida en teatros como el Covent Garden de Londres y la Ópera de Viena, y que el MET transmitió el mismo año que se estrenó ahí, en 2008; en los roles protagónicos ahora estarán la estupenda soprano sudafricana Pretty Yende y el cada vez más solicitado tenor mexicano Javier Camarena, a quien ya hemos tenido el privilegio de tener cantando en Chile en dos oportunidades, donde precisamente interpretó su «caballito de batalla» de esta misma obra, la exigente “Ah! mes amis”, con sus nueve Do agudos. Y en un ámbito musical totalmente diverso, esa sublime obra maestra de Wagner que es La valquiria se podrá ver y oír el sábado 30 de ese mes, una vez más en la misma costosa y cuestionada, pero de todos modos espectacular, producción del canadiense Robert Lepage de 2011, que se estrenó como parte de su personal propuesta para la tetralogía El anillo de los nibelungos; bajo la dirección de Philippe Jordan, el elenco estará encabezado por la soprano Christine Goerke (quien hace unos años protagonizara el estreno en Chile de Ariadna en Naxos, de Strauss), contando como en 2011 con la Siglinda de otra soprano que cantó no hace mucho en nuestro país, Eva-Maria Westbroek, en un rol muy distinto a su mujer del Oeste en La fanciulla del West de octubre. 

El último título de la temporada de transmisiones debería ser uno de los más esperados: el 11 de mayo se podrá apreciar una de las puestas en escena más legendarias que el MET aún conserva a pesar del paso del tiempo, Diálogos de carmelitas de Poulenc, en la misma notable producción del británico John Dexter que data de 1977, cuando se estrenó ahí esta creación basada en la obra de Georges Bernanos, que a la vez adapta sucesos reales acaecidos en los años de la Revolución Francesa. Desde su premiere mundial en 1957 ha llegado a convertirse en uno de los títulos más valiosos del repertorio lírico del siglo XX; y por esta propuesta de Dexter –responsable de algunas de las producciones más memorables del MET– han pasado artistas tan históricas como Frederica Von Stade, Teresa Stratas, Jesye Norman, Regine Crespin y Shirley Verrett, entre otras. El elenco convocado en esta ocasión no es menos prometedor, incluyendo a la misma protagonista de Marnie, Isabel Leonard, y a la siempre espléndida cantante y actriz que es la finlandesa Karita Mattila. Al frente de la orquesta del MET estará su titular, el vivaz maestro Yannick Nézet-Séguin, quien también tendrá la batuta en La traviata de diciembre. El siempre estremecedor desenlace de esta bella y conmovedora ópera será indudablemente un gran cierre para este nuevo ciclo de funciones desde el MET. π

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