Arte

Viajar en el tiempo: Algarrobo bajo el lente de Hans Storandt

Hace más de 60 años, el publicista y fotógrafo Hans Storandt, recorrió con su cámara todo Chile, registrando paisajes, costumbres, ciudades y también entrañables veraneos en playas como Algarrobo. Hoy, gracias al trabajo de Brügmann Restauradores (@brugmann_restauradores), podemos conocer en exclusiva en ED cómo se veía nuestro país en esos años.

Mirar el pasado siempre es fascinante. Ver la moda de hace más de 50 años y las formas de vivir y disfrutar es lo más cercano a viajar en el tiempo. Y eso es exactamente lo que pasa al revisar las fotos de Hans Storandt, publicista y fotógrafo que recorrió nuestro país retratando esos detalles que realmente ayudan a contar nuestra historia. Como la de la antigua caleta de pescadores de Algarrobo, que en  1854 dio paso a un muelle menor, donde los hacendados de la zona exportaban sus productos agrícolas a Perú y California.  

Entre estos agricultores estaba doña María Rodríguez Ballesteros y Taforó, abuela del presidente Balmaceda, quien construyó una casa en el pequeño villorrio para vigilar las cosechas. Ahí invitaba a sus amigos, entre ellos Antonio Varas y el Presidente Manuel Montt, quienes atraídos por el apacible clima, se hicieron visitantes recurrentes. Los siguieron otros reconocidos políticos y también familias amigas, como los Iñiguez, Ochagavía, Santa Cruz, Larraín Gandarillas y Valdés; convirtiéndose rápidamente en un naciente y atractivo balneario.

Su consolidación llegó en el siglo XX, cuando el loteo de las antiguas haciendas permitió la construcción de casas de veraneo, la urbanización y dotar al lugar de una infraestructura para el turismo; entre ellos, el famoso Club de Yates, creado en 1945 gracias a la donación de los terrenos por Carlos Alessandri Altamirano.

Algarrobo creció. Eran frecuentes las compras de pescados y mariscos frescos en la caleta vigilada por la estatua de San Pedro; los paseos por la costanera; también las visitas a la Panadería Algarrobo, donde su dueño Alberto Rieder ofrecía las tradicionales palmeritas de hojaldre. Tampoco podemos olvidar las  mañanas en la playa Las Cadenas, donde se montaban coloridas carpas que no solo servían para cambiarse de ropa, sino que para hacer ricos aperitivos donde el pisco sour, el old fashioned, el Martini y el whisky sour eran protagonistas en las décadas del 50, 60 y 70.

Incluso hoy, Algarrobo continúa siendo uno de los más concurridos balnearios de la zona central, encantando a turistas y residentes con sus playas, bosques y tranquilo estilo de vida. Ya veremos qué postales podremos revisar en 50 años más.

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