Cuando hay espacios pequeños, cada metro debe aprovecharse al máximo. Eso es justamente lo que hizo 122 Homes en este piso ubicado en pleno barrio de Malasaña: vio el potencial de un pequeño estudio y lo convirtió en un refugio contemporáneo en el que cada rincón tiene algo que ofrecer.
Para Camila Ortega, interiorista y directora de arte de 122 Homes, “el interiorismo no es una capa final, sino una extensión natural de la arquitectura. En este proyecto, esa integración fue especialmente relevante: el mobiliario se concibió como parte estructural y, al mismo tiempo, como el alma del espacio”.
El resultado de esta premisa está a la vista: el ambiente se concibió como un solo espacio donde dormitorio, cocina y comedor nórdico conviven sin necesidad de levantar divisiones entre ellos. Además, se unificaron la arquitectura interior, el mobiliario y los objetos, logrando así una lectura unitaria del espacio.
Cada solución fue pensada como parte de un mismo sistema: una cocina oculta tras un par de puertas, almacenamiento debajo de la cama, un segundo nivel resuelto con un solo escalón, un mueble central que organiza y divide funciones, un respaldo que se funde con el suelo y muebles integrados en el baño, todos definidos con la misma lógica de maximizar amplitud, ordenar la visual y mantener una estética coherente.
Fuera de lo práctico, elementos como maderas, piedra, mármol y fibras naturales acompañan esta propuesta visual. Para el estudio, devolver el valor a materiales nobles u originales es parte esencial de su filosofía de regeneración, sobre todo en pisos que muchas veces han sufrido renovaciones poco respetuosas.
El mueble que contiene la cama se transformó en el verdadero protagonista, articulando niveles y funciones, mientras que la luz que entra desde los balcones termina de definir el ánimo general, evocando la serenidad y la atmósfera de un pequeño bote sofisticado de los años 50.
Para este proyecto se utilizó un pie forzado: la gama Balance, creada por 122 Homes. “Es un sistema de diseño interior y una metodología que desarrollé basada en la teoría del Yin y el Yang que permite múltiples combinaciones dentro de parámetros definidos”, explica Camila. “Siempre lo comparo con el acto de cocinar: ¿cuántos platos diferentes se pueden crear con los mismos ingredientes?”.
Fundada por Camila y su hermana, en 122 Homes se seleccionan, rehabilitan y gestionan propiedades uniendo inversión, diseño, sostenibilidad y análisis para medir —como ellas mismas dicen— “la rentabilidad de la belleza”. Este proyecto es una síntesis de esa visión: un pequeño departamento que, con las decisiones adecuadas, logra expresar todo lo que define a la marca.
