Detrás de cada ópera, ballet y obra que se presenta en el Teatro Municipal de Santiago, se esconde un trabajo minucioso y fundamental: el del Taller de Vestuario. Este espacio no solo confecciona, sino que resguarda, transforma y transmite oficios escénicos, combinando la tradición de la alta costura con nuevas tecnologías textiles pensadas para la comodidad y el movimiento de los cuerpos que habitan el escenario.
Aquí se fabrican y restauran piezas complejas, que abarcan desde trajes de época hasta vestuarios propios del ballet clásico, como tutús y mallas. El equipo del taller mantiene un profundo respeto por las técnicas de oficio tradicional, como el empalmado con telas nobles, que entrega resistencia y larga vida a las prendas. Simultáneamente, incorporan herramientas y materiales contemporáneos que optimizan tiempos y garantizan la funcionalidad en las exigencias actuales de las nuevas puestas en escena.
Este año, ese mundo creativo abre sus puertas a nuevos talentos. Durante la producción de Madama Butterfly, el Teatro Municipal ofrecerá una pasantía gratuita para diseñadores, sastres, zapateros, estudiantes y autodidactas del diseño de vestuario. Los 15 seleccionados, de entre más de 270 postulantes, tendrán la oportunidad de integrarse a las distintas áreas del taller —sastrería, tocados, sombrerería, zapatería y teñido— y participar activamente en el proceso de creación escénica.
Carlos Mora, jefe del taller de vestuario y mentor de esta experiencia, destaca que «quienes participan se integran al equipo técnico, trabajan con los mismos materiales y procesos, y aprenden desde el molde hasta el teñido. Ven cómo se compra la tela, cómo se prueba, cómo se resuelve un error en tiempo real».
En esta pasantía, los participantes siguen el proceso completo: desde el boceto y la selección de materiales —incluidas las cruciales pruebas de teñido— hasta el molde, el armado, las pruebas y, finalmente, la función. «Lo bonito es que después ves el resultado final en escena, con música, luz y movimiento. Eso lo cambia todo», comenta Mora.
Cada traje se elabora a medida y se trabaja con técnicas precisas, como el empalmado, que endurece la tela y mejora su durabilidad. «Los trajes de ballet, por ejemplo, pasan por muchos cuerpos. Necesitan resistir el uso continuo y mantenerse impecables. Por eso seguimos usando telas nobles como seda o algodón y aplicamos métodos de alta costura para asegurar su calidad», explica Carlos.
Las pasantías del Teatro Municipal no son una novedad, sino parte de un proceso sostenido de apertura hacia la formación técnica y la transmisión de oficios. Se busca integrar a los participantes en procesos reales de producción, una iniciativa que ha evolucionado hacia una programación más amplia de talleres y clases magistrales.
Estas instancias formativas son completamente gratuitas, gracias a un convenio con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, lo que ha permitido llevar estos cursos no solo a Santiago, sino también a distintas regiones del país, como Valdivia, Temuco, Arica e Iquique.
La pasantía de Madama Butterfly es especialmente atractiva por la singularidad de su vestuario de inspiración japonesa, que permitirá a los participantes sumergirse en la confección teatral de kimonos y obis. Más allá de la estética, el objetivo es traspasar conocimientos únicos que solo se encuentran dentro del Teatro Municipal, fruto de la experiencia de décadas de sus técnicos.
El notable interés en estas iniciativas ha impulsado al Teatro Municipal a planear la ampliación de estas oportunidades formativas. Ya se proyectan más pasantías para futuras producciones, como las óperas La Traviata y Salomé, lo que permitirá a los interesados trabajar con vestuarios de diversas temáticas y épocas. Además, a mediados de 2025, se están diseñando nuevas propuestas para poner en valor distintos espacios del teatro, buscando acercar aún más el quehacer teatral a la comunidad.
El Taller de Vestuario del Teatro Municipal de Santiago es un ejemplo vivo de cómo el patrimonio artístico se nutre de la pasión de los artistas, la precisión y la constante evolución, invitando a las nuevas generaciones a ser parte.
