Los accesorios siempre han sido fundamentales para personalizar las tenidas, y hoy más que nunca cobran protagonismo gracias a su tamaño. Esta temporada llaman la atención los relojes grandes; los sombreros de ala ancha (¡se usan cada vez más en invierno!); esclavas en todas sus formas y expresiones; lazos de seda para darle color y textura al look; bufandas finas y anillos tipo Cartier para todos los dedos.
Entre las propuestas que me han llamado la atención, destaco los collares de la diseñadora Francisca Izquierdo. Se pueden encontrar en Porquetevistes (Gertrudis Echeñique 360, Las Condes). Son bien grandes y toscos y usa minerales engastados en bronce con cuerdas de algodón; además son casi puras piezas únicas, porque trabaja siguiendo la forma de cada piedra. Son tan originales que hacen que cualquier básico se vea increíble.
La orfebre Francisca Vega (www.franvega.cl) también tiene una línea de joyas vintage delicada y ultra femenina; y usa mucho usa el oro rosado, que está completamente de vuelta esta temporada.
Por último, me han encantado los cinturones de suela con nudos de Sisa (www.sisacollection.com). Son perfectos.