ADORO
A mi mujer por sobre todas las cosas y a mi familia; la naturaleza, los pájaros, la lluvia y dormir; tocar guitarra, pintar sin presiones, la buena mesa, el silencio, el jazz, la contemplación; Palestina y Siria; viajar sin rumbo; asombrarme con cosas pequeñas, la simpleza, la honestidad y la transparencia; estar sentado en el pasto; los días tormentosos y el viento; a mis amigos, tocar con una banda, la soledad del taller; la Cordillera de los Andes, el mar, la Patagonia; tener tiempo; la empatía, el librepensamiento, la inteligencia emocional, el arte, mi casa, mi taller, a mi perro y mi gata; la creación y la búsqueda de cosas que no existen, y por supuesto, a mi país.
DETESTO
La adulación, la gente interesada, los snobs, la siutiquería, los que hablan en inglés para hacerse los interesantes, los hipsters, la falta de identidad, las convenciones acerca del gusto, el sectarismo, la endogamia, la UDI, las AFP, la monarquía chilena, la desigualdad, el desamor, la prepotencia, la egolatría y los poseros; los activistas de las redes sociales y no reales; los que critican sin saber, la ambición desmedida, los desastres ambientales, el libremercado extremo, el sionismo de derecha, las intervenciones de EE.UU. y el exterminio de mi pueblo en Palestina y Siria; los pelambres y a todos los que dicen apoyar el arte cuando en realidad profitan y parasitan de los artistas; el doble estándar, los proyectos inmobiliarios que arrasan con dunas, bosques o ecosistemas frágiles, pero por sobre todo a los que venden nuestro país a intereses extranjeros (como el agua, electricidad o carreteras).
